En su audición de M24, Mujica se refirió a su decisión de no enviar efectivos policiales a los partidos que jueguen Nacional y Peñarol.
Explicó que está “muy lejos” de querer afectar al fútbol pero analizó que se está en “un tobogán de barbarie que nos va debilitando, que nos está ensuciando, que nos está carcomiendo”. Consideró el presidente que si no se hace algo “solo quedarán contemplando” el fútbol “puñados de exaltados que tienden a asumir una conducta primitiva, de manada, a veces conducidos por minorías por esa llamada barrabrava que terminan imponiendo una especie de clima de guerra y no de fiesta”.
“La Policía debe estar siempre presente donde hay multitud de gente, pero no para asegurar que la gente no se agreda” producto de la “pasión deportiva”. “¿Dónde se ha visto que toda represión sea arquitectónicamente pura?”, se preguntó y agregó: “terminamos inculpando a trabajadores”.
“Sabemos que existen algunos asuntos extra fútbol que se anudan con estas cuestiones. Que se encubren en ese marco. Que hay círculos que tienen tentativa de dominio, de negocios laterales”, evaluó Mujica.
“El que calla otorga y llegó el tiempo de no seguir otorgando”, dijo el mandatario para quien “llegó el tiempo de poner la verdad verdadera por más fea que sea arriba de la mesa y disponernos a enfrentarla porque el fútbol es demasiado importante para la sociedad”.
“No podemos cruzarnos de brazos”, señaló Mujica. “Basta de echarle la culpa a otros, queremos una corresponsabilidad. Hay responsabilidades de unos pocos por acción y otros por omisión, pero esto no puede seguir aconteciendo”, añadió.
“Veremos qué podemos progresar en las últimas horas. Estamos lejos de querer afectar al fútbol, pero esto no se puede ver solo de un punto de vista profesional. No, no es eso. Lo que tenemos claro es que no podemos seguir así”, analizó el presidente.