“No fue posible salvar su vida a pesar de los esfuerzos que realizó el cuerpo médico que la asistió cuando llegó con una infección severa. La muerte de una mujer joven por haberse practicado un aborto con Misoprostol en la clandestinidad es una nueva y triste evidencia de la problemática que el país aún no ha resuelto”, comunicó MYSU.
Abracinskas sostuvo que “esto es una forma de demostrar que la llegada del Misoprostol al mercado clandestino no garantiza que no haya más muertes por aborto y esto es una forma de demostrar que no es así”.
Para MYSU el problema es que la pastilla se vende en el circuito clandestino sin control alguno. “Complicación puede haber en cualquier momento, pero no es lo mismo tener un marco legal para que los profesionales sepan cómo proceder y ni es lo mismo para las mujeres no tener miedo a ir a los centros de salud por las consecuencias legales. En estas condiciones no se puede atender como se debe la práctica del aborto”, afirmó.
MYSU señaló que “es necesario y urgente que la Cámara de Diputados del Parlamento Nacional apruebe de manera definitiva el Proyecto de Interrupción voluntaria del embarazo”. El proyecto cuenta con media sanción de la cámara de senadores desde el pasado 27 de diciembre de 2011.
Ese día, el frenteamplista Luis Gallo dijo que “ninguno de los que promueve y vota el proyecto aprueba el aborto”. “Son otras las razones. El país viene avanzando con las políticas en materia de salud sexual y reproductiva que se aplicaron a partir de la ley 18.426, desde el asesoramiento sobre cómo transformar un embarazo no deseado en un embarazo deseado, hasta las prevenciones a tomar en lo previo y en lo posterior a un aborto. Todo eso hizo que se reduzca en un 25% la cantidad de abortos y que se lleve a cero el número de muertes”, expresó.