Topolansky: senadora antes que primera dama

“Recuerdo que hace 25 años a estas horas yo estaba en el Penal de Punta de Rieles y el Parlamento juraba…”, contó Lucía Topolansky a la prensa minutos después de asumir como senadora en la XLVII Legislatura, donde presidirá la Cámara de Senadores hasta el 1° de marzo, cuando asuma Danilo Astori.

Actualizado: 15 de febrero de 2010 —  Por: Matilde Marti

Topolansky: senadora antes que primera dama

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Lucía Topolansky, la primera senadora de la lista más votada de todo el país y esposa del presidente electo, José Mujica, fue una de las protagonistas de la tarde del lunes en el Palacio Legislativo.

Este 15 de febrero asumieron nuevos diputados y senadores, mientras que algunos legisladores renovaron su contrato, pero Topolansky se robó gran parte de la atención. Fue la encargada de tomar juramento al resto de los senadores y rompió el protocolo en cada una de sus intervenciones: mientras que a los frenteamplistas los congratulaba con un “felicitaciones, compañero”, a los opositores les deseaba “buen trabajo”.

“Me emocionaron todos los compañeros porque son todos compañeros de lucha: son muchas las cosas que hay para atrás y las que vendrán”, auguró. Manifestó “un enorme respeto” por los senadores de la oposición “porque representan a parte del pueblo uruguayo”. Además, admitió que le hubiese gustado tomarle la promesa a un senador del Partido Independiente.

“Recuerdo que hace 25 años a estas horas yo estaba en el Penal de Punta de Rieles y el Parlamento juraba…”, contó Topolansky a la prensa. “Y recuerdo a Uruguay Tourné, que gritó ‘Amnistía, Amnistía’… Imagine el cambio”, le dijo a un periodista.

Durante esta asunción de legisladores, se dio la particularidad que no se realizaron juramentos sino promesas. “En la legislatura que acabó habíamos modificado el texto”, explicó Topolansky. “Uruguay es un Estado laico, republicano: no se jura sobre ningún texto, entonces no correspondía la palabra juramento sino promesa”.

“Estos son momentos contradictorios”, señaló, “porque las ceremonias son símbolos y son importantes, pero la esencia es todo el trabajo constante -a veces gris- que viene después”.

Con respecto a que esta es la primera oportunidad en que dos mujeres presiden las Cámaras -la esposa de Mujica en Senadores e Ivonne Passada en Diputados- Topolansky opinó que le parece bárbaro: “hay que copar todos los lugares que se pueda”, recomendó.

Dijo una vez más que será legisladora antes que primera dama. “Yo, senadora, me debo al presidente de la República y al Poder Ejecutivo más que a los lazos familiares”, aclaró. “Prevalece el cargo de senadora porque fue el que me otorgó la ciudadanía. Mi tarea fundamental esta en esta casa”.

En ese sentido, listó varios temas que le resultan prioritarios: “un desafío muy grande” en el área de la vivienda, la creación del Ministerio de Gobierno -“eso es un ordenamiento del Estado, no supone ni más gastos ni nada por el estilo”, aclaró-, “un desafío” en cuanto a la reactivación del ferrocarril, fueron los primeros que nombró.

“Algunos ya estamos trabajando en una ley de telecomunicaciones y en una ley de cuidados, que ampare a los sectores más desprotegidos de la sociedad, como son los dos extremos de la vida y la discapacidad”, resumió.

Sobre posibles negociaciones entre gobierno y oposición, Topolansky dijo: “esto no lo puedo probar pero tengo la intuición de que vamos a lograr un diálogo, una negociación”, para la integración de los cargos en las empresas públicas, los servicios descentralizados y los órganos de contralor. La senadora expresó su deseo de que esas negociaciones, además del trabajo conjunto en las cuatro comisiones -“en algunas se está muy adelantado”, comentó, por ejemplo en la de energía- puedan dar como resultado “políticas de Estado, que permanezcan más allá de este quinquenio”.

Opinó que los días que quedan hasta el 1° de marzo serán tiempos “complicados” porque se están armando los equipos de trabajo, tarea que no resulta sencilla, dijo. “Los políticos padecemos cuando armamos las listas y cuando armamos los equipos”, lamentó. El hecho de que más de una docena de mandatarios de otros países haya confirmado su presencia en Montevideo para el 1° de marzo “habla muy bien de Uruguay”, según Topolansky. “Hay que ver que Uruguay es el país más pequeño de Latinoamérica pero sin embargo, la respuesta de estos mandatarios es un símbolo. Nosotros podemos ser un factor puente entre países, porque nuestra propia condición de pequeños no le hace sospechar a nadie de ansias imperialistas por parte del Uruguay”.

Cuando una de las periodistas le comentó a Topolansky el hecho de que José Mujica estaba en el Palacio Legislativo, acompañándola, ella respondió: “es lo menos que podía hacer… Al fin y al cabo, como va a donar el salario de presidente, lo voy a tener que mantener”.