Día Internacional del Espumoso: el mundo de las burbujas nos sigue sorprendiendo

El Día Internacional del Espumoso se celebra este viernes 28 de octubre como conmemoración de una de las bebidas más famosas del mundo, cuyo consumo crece de manera sostenida en Uruguay.

Actualizado: 28 de octubre de 2022 —  Por: Redacción 180

Día Internacional del Espumoso: el mundo de las burbujas nos sigue sorprendiendo

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La historia de esta bebida que empezó hace siglos dio un vuelco en 2009, cuando el bloggero y especialista en vinos Chris Oggenfus creó la celebración virtual para honrar al espumoso. Se trata de una tradición que llegó a unir en 2019 a más de 30 millones de personas en internet. 

En línea con esta creciente popularidad mundial, el consumo de vino espumante aumenta de manera constante en Uruguay, lo que refleja la buena popularidad del producto. Según datos de la consultora International Wine & Spirits Research (IWSR), el consumo en nuestro país en 2021 superó los niveles de pre pandemia, que ya contabilizaban un ascenso año tras año.

En 2017 se registró la venta de 470,6 mil litros; en 2018, la cifra aumentó a 487 mil litros; en 2019 trepó a 604,8 mil litros; en 2020, año de pandemia, tuvo un descenso a 492,3 mil litros; y en 2021 registró un récord de 652,5 mil litros, lo que evidencia una recuperación incluso superior a los niveles pre pandemia.

El mercado de sparkling es dominado por los espumantes argentinos y por los segmentos Extra Brut. Sin embargo, las variedades clásicas, Brut y Extra Brut, han perdido peso y en su lugar ganan espacio variedades versátiles, más dulces y fáciles de tomar.

A su vez, se aprecia que se amplían las ocasiones de consumo, ya que se empiezan a ver picos en otros momentos del año por fuera del verano, tanto en la previa como en la post temporada de playa. Por último, se destacan los crecimientos de los calibres chicos y se comienza a ver un consumo más individual y descontracturado del tradicional brindis.

De un monje a la realeza

El descubrimiento del vino espumoso se le atribuye al monje Dom Pierre Pérignon, nacido en 1638, quien vivió en la abadía de Hautvilliers, en la región francesa de Champagne.

La leyenda narra que Dom Pérignon llegó de casualidad a la doble fermentación, tan característica de esta bebida. Encargado de la bodega, el monje se dio cuenta que saltaban los tapones de las botellas por la efervescencia, llegando incluso a explicar algunas de ellas. Preocupado, decidió probar el vino y cuando sintió burbujas en su boca, exclamó: «Estoy bebiendo las estrellas».

Las contribuciones de Dom Pérignon al champagne moderno se encuentran en las técnicas de assemblage (mezcla) y viticultura, a pesar del mito persistente que lo unge como el inventor de la elaboración del vino espumoso. Como maestro de bodega en la Abadía de Hautvillers desde 1668 hasta su muerte en 1715, Pérignon luchó con el problema de la refermentación natural.

Los inviernos irreprimiblemente fríos de la región creaban un peligro: a medida que el clima se enfriaba en otoño y las levaduras quedaban inactivas, la fermentación a veces se detenía de forma prematura y los vinos se embotellaban con azúcares fermentables aún presentes. Con el deshielo primaveral y el aumento de las temperaturas, las levaduras se despertaban dentro de la botella y se producía la refermentación.

A finales del siglo XVII, los ingleses transfirieron el champagne del barril a un recipiente de vidrio cocido al carbón, más fuerte, que podría contener la presión, y probablemente fueron los primeros en disfrutar del verdadero champagne espumoso.

Detrás de cada espumoso, hay una gran historia. El brindis con vino en las coronaciones de los reyes de Francia era moneda corriente, pero la celebración con espumoso tiene una referencia llamativa. Luis XIV, el Rey Sol, tiene una conexión misteriosa con Dom Pierre Pérignon, ya que el monje creador de este vino para reyes había nacido pocos meses después que el propio Rey Sol en el año 1638 y los dos murieron en el plazo de dos semanas de diferencia en el año 1715.

Esta extraña conexión, marco una debilidad y fanatismo por parte de Luis XIV, quien pidió que llevaran a su palacio de Versalles litros y litros de ese «vino de color pajizo del Padre Pérignon», para opulencia de su corte, que tuvo su mejor ex­presión en Versalles. El Grand Siècle francés quedaba inaugurado.

Curiosidades sobre el vino espumoso

  • Aproximadamente, hay siete millones de burbujas en cada botella, un millón en cada copa.

  • Algunos expertos aseguran que lo mejor es tomar el espumoso en una copa ancha para poder apreciar mejor el sabor y el aroma, en lugar de una copa angosta y alta, aunque parezca más elegante.

  • Se recomienda tomarlo a una temperatura fría, dependiendo de la categoría del espumante se puede optar por temperaturas bajas 6° C – 8° C resaltando su frescura y/o hasta unos 12°C , para poder deleitarse con su sabor.

  • Su consumo es mayor en verano que en otros momentos del año, pero se aprecia un crecimiento sostenido tanto en la previa como en la postemporada de playa.

Por ello, Mumm propone celebrar lo auténtico todos los días del año, alejarnos de las tradicionales celebraciones y alzar la copa por las pequeñas cosas que nos hacen feliz a diario.

Mumm es una bodega argentina productora de espumantes, ubicada en San Rafael, Mendoza. Experta en dos tipos de elaboración: el Charmat, en grandes tanques de acero, utiliza innovadoras tecnologías para obtener espumantes frescos y frutados; y el método Champenoise, tradicional de Francia. Se trata de un trabajo artesanal para elaborar bebidas complejas y sofisticadas.

Mumm también cuenta con la versión Mumm Léger, una propuesta totalmente diferente en el mundo de las burbujas, que sorprende por tratarse de un espumante innovador por lo liviano, rico y refrescante; muy fácil de tomar y para disfrutar en cualquier ocasión

Mumm Léger acompaña muy bien platos de postres como cheesecake de frutos rojos, mousse de maracuyá, tarta tibia de manzanas o pavlovas. O también opciones de platos salados como picadas con bruschettas, sandwiches y ensaladas frescas. Ideal para disfrutarlo con un brunch de fin de semana por su baja graduación alcohólica.

Además, presenta tragos fáciles de preparar y para disfrutar en todo momento:

Mumm Purple Bubbles

Ingredientes:

  • Sandía

  • Menta

  • 60 ml de jugo de arándanos

  • 90 ml de Mumm Extra Brut

Preparación:

  1. En un vaso de trago largo agregar 4 trocitos de sandia, 2 ramitas de menta y presionar con un mortero.

  2. Llenar el vaso de hielo, agregar Mumm Extra Brut y el jugo de arándanos.

  3. Remover y decorar con una ramita de menta.

Mumm Tropical Julep

Ingredientes:

  • Mango

  • Menta

  • 30 ml de almíbar

  • Mumm Extra Brut

Preparación:

  1. En un vaso de trago largo, agregar 6 trocitos de mango, 2 ramitas de menta y presionar con un mortero.

  2. Llenar el vaso de hielo y agregar el almíbar.

  3. Completar con Mumm Extra Brut y remover. Decorar con una ramita de menta.

Mumm Apple Citric

Ingredientes:

  • Limas

  • Manzana

  • 30 ml de jugo de manzana

  • Mumm Extra brutt

Preparación:

  • En un vaso de trago largo lleno de hielo, agregar 4 gajos de lima y el jugo de manzana.

  • Completar con Mumm Extra Brut.

  • Remover y decorar con unas laminitas de manzana.

En este Día del Espumoso rompamos con la concepción de que el espumante es sólo para brindar a fin de año. ¡Cuando una bebida es rica, suave y fácil de tomar, no necesita excusas y cualquier ocasión es buena para disfrutar una copa!