Los clubes cannábicos plantean la necesidad de aumentar la cantidad de socios habilitados para cada uno (45) y el número de plantas permitido (99). Proponen permitir los envíos a domicilio y dispensarios conjuntos entre distintos clubes. Además, señalan la necesidad de dar acceso al cannabis a los turistas y a los migrantes que aún no tienen la residencia en el país.
Nicolás Morales, integrante de la Federación, explicó en No toquen nada dos de estos puntos.
“A nivel de lo que se ha llamado el turismo canábico creemos que hay un nicho. Llegan los turistas con la necesidad, con la fantasía de venir a consumir a lo que en un momento fue el Ámsterdam de Latinoamérica y que con el pasar de estos años no solo no estamos aplicando bien lo que es el espíritu de la ley que es regular sino que estamos perdiendo una oportunidad comercial, de muchísimas fuentes de trabajo”, afirmó.
Según los números de la federación, en los clubes hoy trabajan unas 700 personas y hay 1.000 servicios asociados con otros mil puestos de trabajo. Además, hay servicios comerciales como los grow shops o los agropecuarios sumados a los industriales de la pata del cannabis medicinal que incorporan otros 1.000 empleados.
“Hablamos de una industria que aproximadamente en la actualidad está generando unas 3.000 fuentes de trabajo sin incluir lo que es el turismo cannábico”, destacó.
Del mismo modo, los clubes señalan dificultades en el sistema de venta en farmacias permitido en la ley. En Uruguay existen unos 240 clubes cannábicos habilitados, en 17 departamentos. Mientras las farmacias venden dos toneladas de cannabis al año, en los clubes se abastecen tres toneladas y media.
También se cuestiona la calidad de la marihuana de las farmacias y la burocracia para acceder al registro.
En cuanto a la calidad, el producto de las farmacias “tiene muchas variables y diferencias con el que dispensan los clubes. Ahí hablamos de diferencias como los procentajes de THC, la calidad de la flor en sí, muchas veces se dice que el cannabis de las farmacias no pega. Hay una diferenciación mucho más amplia en la flor, en el sabor, el aroma al momento de fumarla, la estética final al momento de consumirla, la humedad que contiene”, afirmó Morales.
“Realmente el modelo de las farmacias para las exigencias del usuario uruguayo no ha sido lo que se esperaba. Eso hace que el retiro de cada usuario anotado no llegue a los 40 gramos como sí sucede en los clubes”, agregó.