En el marco de su ciclo en No Toquen Nada, las médicas diplomadas en Medicina Sexual Malena Amarillo y Estela Citrín dedicaron una columna al mito de la virginidad.
Ese mito en el caso de las mujeres está vinculado al himen. Citrín explicó las características de esta membrana.
“Lo primero es decir que el himen es una estructura inconstante. Inconstante quiere decir que no todas las personas lo tienen. Lo segundo es que es una membrana que no cierra todo el introito de la vagina. Es una estructura fibrosa pero muy laxa, muy elástica. Si lo comparamos con el frenillo de la lengua es más finito y está como rodeando la entrada de la vagina. No es algo que tape, que cierre. Si uno lo mira a simple vista en una mujer en posición ginecológica, uno no lo ve. No existe un examen para saber si alguien es virgen o no”, afirmó.
Y el siguiente mito o desinformación es el sangrado que supuestamente experimentan las muejeres en una primera relación sexual con penetración vaginal. Amarillo dijo que ese sangrado se puede producir o no pero no tiene que ver con perder la virginidad.
“Las mujeres muchas veces tienen un sangrado en su primer coito vaginal. No estamos diciendo que eso no pueda suceder. Lo que estamos tratando de explicar es que cuando sucede eso no tiene nada que ver con que acaba de perder su virginidad o se le rompió algo. Muchísimas veces lo que sucede es que, entendiendo que quizás en una primera relación sexual la mujer no está del todo lubricada, está nerviosa, tensa, hay contracción muscular y esa penetración puede lastimar la mucosa de la vagina y por tanto sangrar. Pero es puede pasar en una mujer que tiene relaciones hace 20 años”, explicó la médica.
Esa información es importante para que las personas puedan decidir con mayor confianza tener su primera relación sexual con coito vaginal. Citrín habló de las presiones que muchas veces tienen las adolescentes al llegar a ese momento.
“Los varones de esas parejas adolescentes lo usan como un mecanismo de presión, dicen que con su pareja anterior tenían relaciones sexuales con penetración vaginal y que si eso no se da, terminan la relación. Vienen a buscar un método anticonceptivo medio a regañadientes porque en realidad no se sienten preparadas para hacerlo. Es una presión más que se les mete. Siguiendo con este tema de que (la virginidad) es una construcción y es un mito, la gente tiene que estar preparada para lo que quiera hacer, no para lo que quieran hacer los demás”, dijo.
Por su parte Amarillo explicó el mensaje correcto a transmitirle a los adolescentes que estén por atravesar esta experiencia.
“Muchas veces se les transmiten que deben perder la virginidad con la persona indicada. En realidad, el mensaje más correcto es que cuando dos personas deciden tener relaciones sexuales, no están perdiendo nada. Están ambos en control de la situación y la idea es que las dos personas la pasen bien, se cuiden y que fundamentalmente sea placentero para ambos. Esta idea que muchas veces se nos transmitía a las mujeres de que la primera vez duele, que no está buena, que vas a sangrar. En realidad la recomendación que tendríamos que dar los padres, las madres, los educadores, cuando se nos acerque esa persona que está pensando en tener relaciones sexuales coitales o lo que fuera con otra persona, es que no es necesario que esas personas se amen o que haya un proyecto a futuro, que eventualmente vaya a ser el hombre o la mujer de tu vida. En realidad mientras esas personas se gusten, haya confianza y respeto, debería ser suficiente. El concepto de sexo seguro, responsable y consensuado”.