“Yo no estoy para nada de acuerdo con que haya que enseñar solamente lo que los alumnos quieren aprender. Al contrario, creo que el desafío es tratar de enamorarlos de aquello que tenemos que enseñar”, dijo Furman en No toquen nada.
Entonces, hay que buscar en los programas cuáles son los grandes temas o conceptos, las grandes preguntas de la humanidad, para despertar el interés de los alumnos. “Hay que buscar vincularlos con sus vidas lo máximo posible”, afirmó.
Lo que hay que enseñar debe combinarse con espacios en los que los estudiantes puedan elegir. A veces pueden ser elecciones chicas, como por ejemplo el formato de una entrega, o decidir un contenido tras trabajar cuatro que sí o sí deben recibir.
“Hay un proyecto super lindo que tiene que ver con elegir pero también con marcar la cancha uno como docente. Es el proyecto lector que hacen en algunas escuelas. El docente de Literatura dice cuáles son los libros que elegió para leer en el año. Y después los alumnos pueden elegir cuatro de esa lista y el quinto puede ser de ahí o algún otro que ellos propongan. Hay una combinación de garantizar lo común, lo que quiero que aprendan, y hay un espacio también para la voz propia. Creo que esa es la combinación”, definió.