Paternain señaló en una entrevista en No toquen nada que frente a los problemas de violencia y criminalidad, y la creciente demanda de respuestas, se ha consensuado una agenda política que es muy difícil de romper.
Si bien puede haber algunas diferentes entre los partidos, se dan “sobre la base de un tronco común que es esta idea del control, de la vigilancia, del castigo y del encierro, de las políticas criminales restrictivas”, afirmó Paternain.
Ese consenso apunta a “más policías, más centralidad de la policía, más discrecionalidad hacia la policía, más recursos hacia la policía, más política de inversión hacia lo que es tradicionalmente la vigilancia o la videovigilancia. Y sobre todo la cárcel como el gran regulador”, agregó.
Paternain afirmó que esa política se viene construyendo desde la Ley de Seguridad Ciudadana de 1995. Si bien pudo haber tenido una pausa en el primer gobierno del Frente Amplio, afirmó que en el gobierno de José Mujica y la segunda gestión de Tabaré Vázquez volvió a virar hacia “una política criminal más tradicional”.
Paternain llamó la atención sobre lo que para él es un escaso o nulo margen político para discutir esta agenda.
“Fíjense hoy en el debate público, en esta idea de que se le da más respaldo a la policía, que ahora la policía trabaja más segura. Esta suerte de dar un apoyo casi metafísico y que a partir de ahora la policía es el centro. Es la idea de que es la policía la que puede llegar a reducir de manera estructural las tasas de criminalidad. Es una idea que está muy arraigada y que es muy discutible. Pero está muy arraigada y quién se anima a contradecirla. No creo que le vaya muy bien desde el punto de vista político”, afirmó.
