Nicoletti y Larre Borges estuvieron en una ronda en No toquen nada. Allí aclararon que los dermatólogos no dicen que las personas no puedan tener vida al aire libre. Se reclama una “actitud responsable”.
“Los dermatólogos no decimos que no se pueda tener vida al aire libre, más en esta época de pandemia que la necesitamos, pero es un poco de actitud responsable. A todo el mundo le gusta tener un poquito de color. Lo que pasa es que el bronceado es sinónimo de daño solar. El bronceado es la respuesta de la piel a la reacción ultravioleta. Se broncea para crear un escudo para proteger el ADN de las células”, explicó Nicoletti.
La médica estimó que la moda del bronceado va disminuyendo y cada vez se valora más las pieles sanas. El bronceado intenso ya no es algo que se busque estéticamente por la mayoría, dijo.
“Uruguay es el país de Latinoamérica con mayor incidencia y mortalidad de cáncer de piel. La característica de nuestra población, que somos mayoritariamente de raza blanca, descendientes de europeos, nos pone en línea con la mortalidad de esos países. Nos comportamos más como ellos. Es la genética, las características de la piel y las conductas”, afirmó Nicoletti.
Larre Borges contó que mientras en otros países tiende a bajar o a estabilizarse la incidencia de los tumores de piel, en Uruguay aumenta. Y la mayoría de estos tumores tienen como causa la reacción ultravioleta.
“Si yo saco ese factor desencadenante tengo que poder bajar la incidencia de cáncer de piel. No es que no se pueda ir a tomar sol. La palabra 'tomar' no nos gusta a nosotros. Con la palabra 'tomar' yo me imagino lagartear, tirarme boca abajo o boca arriba a tomar sol. Eso es lo que decimos que no se puede hacer”, afirmó.
La prevención debe darse en todas las edades pero sobre todo en los menores de 18 años. “Cinco quemaduras en los menores de 18 años duplican el riesgo de un melanoma”, afirmó Nicoletti.