Muerte súbita en el deporte: suman desfibriladores pero faltan controles y capacitación

En setiembre de 2020, el subsecretario nacional de Deporte, Pablo Ferrari, dijo que la falta de desfibriladores en los clubes deportivos era preocupante. En 2021 la Secretaría donó una centena de desfibriladores e ingresó un proyecto de ley al Parlamento para que se estudie el tema en escuelas y liceos. Pero la ley nacional sobre uso de Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) sigue sin control ni sanciones.

Actualizado: 18 de noviembre de 2021 —  Por: Redacción 180

Muerte súbita en el deporte: suman desfibriladores pero faltan controles y capacitación

AUF

El año pasado se hizo un relevamiento que tuvo resultados que alertaron a las autoridades.

  • La mitad de las 114 plazas de deporte de la Secretaría Nacional de Deporte tenía DEA
  • Los clubes de fútbol de la A tienen DEA, pero los de la B no
  • Los clubes de básquetbol de Primera tienen, pero los de segunda ninguno
  • De juveniles en fútbol ninguno tiene (o están en mal estado).

Eso llevó a la preocupación de Ferrari en setiembre de 2020. “Lamentablemente hay muy pocos que lo tienen y los que lo tienen no saben si están mantenidos o si tienen vencimiento. Vamos a trabajar con las instituciones para que tengan esto como un requisito para el apoyo de la Secretaría”, dijo.

Hechos preocupantes

Además de los datos estaban los hechos. El año pasado hubo cinco casos de muerte súbita en el deporte. Cuatro fueron en clubes (tres en el basket y uno en el fútbol), otro en una clase de educación física escolar y dos de los fallecidos tenían 12 y 13 años (el más grande tenía 25). Además, un juvenil de River se salvó de un paro cardiorrespiratorio gracias a un DEA que había en un ómnibus de Cutcsa.

El titular de la Secretaría Nacional de Deportes, Sebastián Bauzá, aclaró que ahora River, compró un DEA para juveniles.

Los DEA tienen un papel importante en los primeros auxilios ante un caso de paro cardiorrespiratorio.

Desde octubre del año pasado, a partir de una campaña de la Secretaría Nacional de Deporte, se entregaron 90 desfibriladores a instituciones deportivas y esperaban llegar a los 100 antes de octubre.

Además, el BROU donó 19 DEA para entregar en cada departamento, en plazas de deporte.

Bauzá dijo que Uruguay “está mejor” ahora en este tema. “Pero siempre digo que es imposible tener desfibriladores en cada pueblo, en cada lugar, en cada club. Acá lo importante es saber manejar la cadena de supervivencia. Primero saber reaccionar cuando hay un paro cardíaco, saber qué está pasando, comenzar con los masajes cardíacos, que alguien agarre la aplicación y vea dónde hay un desfibrilador cerca y salga a buscarlo. Mientras tanto hacer los masajes”, agregó.

Los profesores de educación física hacen el curso antes de recibirse, pero si no lo actualizan, se olvidan. Respecto a la capacitación generalizada, dijo que trabajaron en un proyecto de ley que ya ingresó al Parlamento.

El proyecto declara de interés para la salud pública la enseñanza curricular en el sistema educativo nacional de nivel medio y superior de las técnicas de Resucitación Cardiopulmonar (RCP) básica, incluido el uso del Desfibrilador Externo Automático, con el fin de prevenir la muerte súbita en el ámbito extrahospitalario.

Ya existe una ley y un decreto reglamentario que obligan a capacitar en primeros auxilios y resucitación cardíaca a la mitad de los empleados de cualquier lugar de trabajo público privado y al 100% de los trabajadores de la salud.

Pero no se cumple, no hay controles.

La normativa también establece que quedan obligados a disponer de Desfibrilador Externo Automático los edificios, hoteles, locales de trabajo, compras, turismo, descanso o esparcimiento, estadios, gimnasios deportivos, terminales aéreas, portuarias y terrestres de cualquier índole, siempre que la circulación o concentración media diaria alcance o supere las 1.000 personas mayores de 30 años.

Y recomienda también que dispongan de Desfibrilador Externo Automático aquellos lugares donde se desarrollan actividades de riesgo, ya sea actividad física o emocional intensa o procedimientos quirúrgicos o médicos invasivos: clubes y estadios deportivos, salas de juego de azar, hoteles de alta rotatividad, clínicas privadas, consultorios odontológicos, policlínicas barriales.

Esta normativa es considerada de avanzada por capacitadores en primeros auxilios, pero no sirve de nada si no se fiscaliza.

No toquen nada hizo este año un pedido de acceso a la información pública al MSP y en la respuesta queda claro que los controles y la fiscalización es, al menos, incompleta.

Según lo que respondió el MSP:

  • no tienen control ni registro de si se usaron los DEA (tal como mandata el decreto reglamentario)
  • el MSP no cuenta con un registro que permita informar la cantidad de inspecciones efectuadas que tuvieran por objeto la revisión de los DEA.
  • No queda claro si controlan que quienes deben tener DEA los tengan efectivamente

Además, ni la ley ni el decreto reglamentario establecen sanciones. O sea que si hubiera controles no sabrían cómo penalizar a los infractores.

Con base en un informe de Nadia Piedra Cueva.