Las bases de la primera propuesta para reformar la Seguridad Social

La edad de retiro para jubilarse se extenderá, los actuales jubilados y pensionistas no tendrán cambios y a largo plazo se eliminarían las cajas para unificar el sistema. Esas son algunos de los lineamientos incluidos en la primera propuesta de reforma de la seguridad social.

Actualizado: 12 de octubre de 2021 —  Por: Redacción 180

Las bases de la primera propuesta para reformar la Seguridad Social

Adhoc ©Ricardo Antúnez

Las propuestas fueron aprobadas por 9 de los 15 técnicos de la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS). Ellos son los nombrados por los partidos integrantes de la coalición multicolor.

El documento es la base para la elaboración del Informe de Recomendaciones para entregar a la Presidencia antes del 31 de octubre la propuesta de Reforma del Sistema Previsional uruguayo.

La nota publicada en la web de la CESS aclara que el documento “no representa necesariamente la posición de los partidos políticos que integran la coalición de gobierno, ni la del Poder Ejecutivo”.

Principales lineamientos

Los actuales jubilados y pensionistas no están comprendidos en ningún aspecto de las propuestas a estudio. Las personas que estén próximas a los 60 años tampoco.

Todo indica que los nacidos hasta 1967 no serán alcanzados por esta reforma; se trata de personas mayores de 54 años. Una explicación es porque hasta ahí llega el efecto de la solución de los “cincuentones” implementada en el gobierno anterior. Otro detalle es que la historia laboral se implementó en Uruguay en abril de 1996, para 2030, cuando empezarían a jubilarse cohortes enteras por el nuevo régimen ya habría casi 35 años de historia laboral, por lo que pocos casos tendrían muy pocos años por fuera de ese registro.

En consonancia con el nuevo escenario demográfico, se proponen medidas para la mitigación de desafíos que genera, la principal: recomendación de elevación de la edad de retiro, que favorezca una necesaria extensión de la vida laboral.

En el escenario más abarcativo propuesto, quienes nacieron en 1967 podrían ser la primera generación para la que la edad mínima pase a 61 años y así sucesivamente hasta la generación nacida en 1971 (hoy 50 años de edad) que sería la primera que tendría una edad mínima jubilatoria de 65 años. En la actualidad, la edad jubilatoria promedio se ubica entre los 62 y 63 años.

En el otro escenario, el proceso se inicia con los nacidos en 1971 (hoy 50 años) y culmina con los nacidos en 1975 (hoy 46 años) que en ese caso serían los primeros en tener 65 años de edad mínima para jubilarse.

Otro punto dice que “se recomienda un régimen de base igual para todos los uruguayos, cualquiera sea su sector de actividad (Caja Bancaria, Caja Notarial y Caja de Profesionales, y servicios de retiros militar y policial)”.

Se propone que todos los parámetros del sistema converjan hacia un régimen igualitario, cualquiera sea el sector de actividad (edades mínimas, tiempo mínimo de aporte y forma de cálculo de las jubilaciones). Sin perjuicio de ello, se admitirán tratamientos de excepción para ciertas actividades que mantendrían condiciones de acceso diferencial, que tendrían una adecuada razonabilidad con su peculiar naturaleza (por ejemplo personal militar combatiente y de comando, personal policial ejecutivo).

Entre otras “convergencias”, los trabajadores de industria y comercio podrán también trabajar, por cuenta propia o como empleados en otra empresa, luego de cesar en su actividad habitual y jubilarse.

Esto implica mejorar el diseño de la jubilación parcial para que sea más viable y más atractiva.

En cuanto al papel de la mujer, se mantienen y profundizan algunos de los instrumentos existentes (la principal es el reconocimiento de un año de trabajo por cada hijo nacido vivo o adoptado, con un máximo de cinco años; se propone agregar el criterio de situaciones de desempleo asociadas al nacimiento y también que las madres, o los padres en caso de que así lo acuerden las parejas, de hijos en situación de discapacidad severa, puedan computar hasta 2 años adicionales por hijo), a la vez que se señalan los desafíos asociados a la generalización de nuevas formas de arreglo familiar, que contemplen una mayor autonomía y participación laboral femenina.