"A partir de hoy empieza a escribirse una nueva historia en Brasil. Pido a Dios que, más que sabiduría, me dé fuerza y coraje para decidir debidamente. Las decisiones no son fáciles. No elijan el lado de la confrontación. Siempre estaré junto al pueblo brasileño", dijo el presidente a la multitud.
Con motivo del Día de la Independencia brasileña, Bolsonaro convocó a sus seguidores a salir masivamente a la calle para expresarle su apoyo en la guerra abierta que mantiene desde hace semanas con algunas instituciones.
Bolsonaro, cuyo índice de popularidad cayó al 24% -su nivel más bajo desde que llegó al poder en 2019-, cargó de nuevo contra los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF, máxima corte del país), que abrieron investigaciones contra él y su entorno, entre otros motivos por propagación de falsas informaciones.
"No queremos una ruptura. No queremos pelearnos con ningún poder. Pero (...) no podemos permitir que una persona coloque en riesgo nuestra libertad", expresó, en alusión al juez del tribunal que lleva uno de estos casos.
Decenas de miles de personas también se congregaron en la Avenida Paulista, la principal vía de Sao Paulo -la mayor metrópoli del país (sureste)-, donde el presidente prometió dar un discurso "más robusto" por la tarde, así como en la famosa playa de Copacabana, en Rio de Janeiro (sureste).