Las personas mayores hace un año y medio que, por recomendación del Ministerio de Salud Pública, prácticamente no han salido de los establecimientos. Además se suspendieron las actividades recreativas y cognitivas e incluso, en algunos momentos, las visitas de los familiares.
Geriatras, gerontólogos y psicólogos especializados en vejez advierten que la pandemia ha tenido importantes consecuencias físicas y psicológicas en esta población.
El nuevo protocolo se publicó tras una reunión entre Aderama, una organización que nuclea a 200 residenciales, la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría y la subdirectora de la Dirección General de Salud, María Giudice.
Lo último que había y en relación a las salidas de los residentes de los Elepem es de agosto del 2020; una ordenanza firmada por el ministro de Salud Pública. “Tratándose de una situación de emergencia sanitaria se recomienda evitar salidas del residencial innecesarias; suspender actividades de carácter lúdico, recreativo o terapéuticas grupales”, decía.
Ahora dejan de estar no recomendadas las salidas, vuelven los talleres y se flexibilizan las visitas.
Alicia Di Bartolomeo, integrante de la Mesa Coordinadora del Movimiento de Familiares y Residentes de Elepem habló con No toquen nada de la necesidad que tienen las personas mayores de salir de los establecimientos.
“Cantidad de residentes tenían como rutina salir a la casa de los familiares y lo han extrañado muchísimo. Están encerrados, aislados. Han pasado por distintos momentos. Al principio como de expectativa, de 'falta poco' y ahora es '¿qué va a pasar conmigo?' Ellos están muy contectados con la televisión y la radio, ven que el mundo alrededor de ellos se mueve de otra manera. Ya cada vez hay menos fundamentos. Cuando el residente te pregunta por qué el no, ¿cuáles son las explicaciones que podrían entender? Es muy difícil”, afirmó.
Dardo Roldán, presidente de la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría, fue consultado sobre el impacto físico y psicológico que ha tenido la pandemia para muchos residentes.
“Este año y medio ha sido muy difícil y ha ido evolucionando diferente de acuerdo al tiempo que ha ido pasando. Ahora empezamos a sentir mucho más los aspectos emocionales y sobre todo los aspectos físicos en muchos de los residentes que han visto limitadas las actividades tanto dentro como fuera de las residencias. También entendemos que estamos en algunos casos todavía a tiempo de poder revertir (esos efectos) tomando las medidas adecuadas. Con el ajuste y la flexibilización de los protocolos para las visitas y salidas de los Elepem nos permitirá empezar a volver a lo que teníamos antes”, afirmó.
Con base en un informe de Tania de Tomas para No toquen nada.
