La medición fue realizada entre el 9 y el 16 de agosto sobre la base de un muestreo aleatorio a números rango de telefonía celular. La muestra es de 800 casos.
En agosto del año pasado el 80% de los encuestados consideraba que la gestión era buena o muy buena, en febrero de este año cayó a 72% y en mayo alcanzó su piso en 62%. En la última medición realizada en agosto la aprobación creció 13 puntos y se ubicó en 75% con sólo 8% que la considera mala o muy mala.
Estos cambios en la aprobación, según muestra el informe publicado por Opción, están muy marcados por la fluctuación de la opinión del electorado que votó al Frente Amplio en 2019. Mientras que en los votantes de la coalición multicolor se mantiene estable y hasta en leve tendencia de ascenso la aprobación (entorno al 90%), entre febrero y agosto de este año, en el electorado frenteamplista la aprobación cayó de 52% (febrero) a 34% (mayo) para volver a subir a 51% en agosto.
Además, solo un 17% del electorado frenteamplista dice que es mala, un 32% dice “ni mala ni buena”: un 83% no la desaprueba.
En la parte de análisis del documento presentado por Opción se señala que se observa un fenómeno de desacople entre la evaluación de la gestión sanitaria y la evaluación del gobierno. Tanto Opción como Equipos presentaron datos en las últimas semanas que muestran los peores niveles de evaluación del gobierno desde que comenzó y por primera vez por debajo del 50%.
Según Opción este desacople es más marcado aún en el electorado frenteamplista.
