"Fue un golpe bajo, estaba esperando terminar el partido... Estoy un poco golpeado emocionalmente. Estábamos todos viviendo una situación muy especial. Haber visto a los rivales, a los periodistas, a los árbitros, me golpeó un poco", señaló el jugador de 41 años y cinco Juegos Olímpicos.
El seleccionador Sergio Hernández le cambió y los presentes en el Saitama Arena le dieron un homenaje espontáneo: se pusieron de pie y aplaudieron al campeón olímpico en Atenas-2004, incluido el banquillo australiano.
"Intenté mantener la compostura lo más que pude", señaló el eterno dorsal 4.
"Quería llegar hasta el último momento trabajando de la misma manera. La selección es mucho más que nombres. A Argentina le di mi máximo compromiso, mi máximo esfuerzo y los mejores años de mi carrera", explicó.
'A lugares insospechados'
Sergio Hernández, al que también se le escapó alguna lágrima tras sustituir a su capitán, declaró que fue "el más increíble jugador que ha nacido en nuestro territorio".
"Nos llevó a lugares insospechados y lo único que se me ocurre es decirle gracias", añadió.
Sobre el partido, Hernández reconoció la superioridad australiana.
"Estuvimos lejos de ganar y no quiero que quede en un segundo plano. Estoy dolido por el juego, emocionado por lo de Luis y feliz por el pequeño homenaje, porque todo lo que se haga se queda pequeño. Fue apenas un 1% de lo que se merece", explicó.
"La salida de Garino (lesionado ante España), la casi imposibilidad de jugar de Deck, que casi no quisimos hablar durante el torneo, pero que nunca pudo recuperarse de la covid y que hizo un esfuerzo sobrehumano, el desgaste de Luis... Y porque hay equipos mejores que el nuestro", admitió.
También habló Facundo Campazzo, lejos de su mejor versión, y que se fue entre lágrimas de frustración al banquillo a falta de dos minutos.
"Estamos con bronca, el partido tiene que pasar a un segundo plano, hay que construir y seguir trabajando", señaló.
"En lo personal me siento orgulloso de haber estado acá en la despedida de Luis o no...", dijo el base.
"Yo no quiero que se retire, habrá un antes y un después. Empujó siempre nuestra mejor versión, porque veía potencial en nosotros, nos hizo creer que somos un buen equipo, dejó de lado las comparaciones con otras generaciones", añadió.
AFP