Aguilera lo dijo en una entrevista con No toquen nada y un luego el médico Sebastián González Dambrauskas tuiteó esa nota y señaló: “Va a ser muy importante estudiar esos picos de muertes, dónde se dieron y si hay factores modificables para mejorar la próxima crisis sanitaria”.
Va a ser muy importante estudiar esos picos de muertes donde se dieron y si hay factores modificables para mejorar la próxima crisis sanitaria
— Sebastián González-Dambrauskas, MD 👨⚕️🏥🌎 (@sgdambrauskas) June 23, 2021
Entrevista @ximenaguilera en @NoToquenNada
Qué sucede en 🇨🇱 y cómo extrapolaciones entre países son difìciles https://t.co/SyUmILpSfM
Este es un punto clave para entender qué pasó en la pandemia cuando la ocupación de las camas de CTI fue muy alta. Es un tema del que no se habla mucho: estudiar de qué magnitud fue la crisis sanitaria en estos meses, dónde se dio con más intensidad, cómo y cuándo el Ministerio de Salud Pública (MSP) actuó para controlar y corregir.
Aguilera es magister en Salud Pública y Epidemiología, de la Universidad de Chile, además de médica cirujana.
En No toquen nada dijo que le llamaba la atención el pico de muertes que tuvo Uruguay sin haber llegado a una ocupación de camas de CTI cercana al 100%, como sucedió en su país y en otros de la región.
“Me llama mucho la atención que ustedes hayan tenidos peaks de muertes muy altos, igual que Argentina, y que nunca hayan referido tener los hospitales saturados. Eso me llama profundamente la atención porque lo que informan respecto a la disponibilidad de camas hospitalarias y camas críticas está en una proporción de uso que no llega al 80% o el 90%. Nosotros hemos pasado los peores momentos de crisis con un 97 o 98% de ocupación de camas críticas, usando todo, incluso lo reconvertido. Me llama la atención por qué ustedes no han tenido ese nivel de saturación de las camas cuando han tenido peaks de muertes”, afirmó.
En los meses más complejos -abril y mayo- hubo varias opiniones sobre los problemas de respuesta del sistema cuando la crisis de casos se instaló a nivel de la atención.
Las hipótesis tenían que ver con:
- Recursos humanos saturados (no camas) y falta de medicamentos o insumos, decían intensivistas.
- Saturaciones puntuales, pero no del sistema, dijo el ministro de Salud, Daniel Salinas.
- Saturación del primer nivel de atención, problema para seguir la atención ambulatoria, como plantearon los médicos del primer nivel en el Parlamento.
- Problemas para gestionar las camas del sistema, la falta de una herramienta para medir saturación. En el medio había venta de servicios, de camas. Algunas de estas cosas se denunciaron desde el GACH y otras fueron planteadas por profesionales, pero no a nivel público.
Arturo Briva, que es intensivista e integró el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), habló en una instancia del Consejo Directivo Central de la Universidad de la República sobre la saturación que tenían los recursos humanos en el momento más complejo de la pandemia.
“Cuando la ocupación global de los pacientes en CTI cruzó los 650, a partir de ahí empezaron a aparecer más muertes que altas en estos enfermos graves. ¿Esto quiere decir que los equipos de CTI están trabajando mal? No. Están haciendo lo que pueden. Quiere decir que yo tuve la capacidad de tener espacio para poner 900 camas, tuve dinero para comprar 900 ventiladores. Pero no tuve formación de recursos humanos entrenados como para asistir a 900 camas de CTI. Los recursos humanos que tengo son los mismos desde el inicio de la pandemia”, afirmó.
El médico estaba planteando una opinión, con conocimiento técnico y un poco de “especulación”, dijo. Pero el foco está puesto en los recursos humanos.
Fuera de los CTI se estudió menos lo que sucedió. “¿Qué es lo que ocurre con los que mueren fuera del CTI? Es un dato que lo tenemos aun más borroso. Un 50% de las mortalidades diarias corresponde al CTI y otro 50% a pacientes fuera del CTI. Necesitamos investigar mucho más para saber qué está pasando. No es porque no haya camas en CTI, no es porque se nieguen los ingresos. Tenemos que conocer qué es lo que está sucediendo a nivel de toda la sociedad porque puede ser un indicador dramático de sobrecarga de los otros niveles asistenciales”, dijo.
En Chile, desde mayo a julio (con Santiago como epicentro) hubo una ocupación por encima del 90% y desde marzo de 2020 fue peor (post verano), porque hubo grandes brotes en todas las regiones juntas, eso les dificultó trasladar pacientes.
¿Qué se debe estudiar para mejorar una futura respuesta ante una emergencia sanitaria?
Aguilera dijo que “primero hay que ver quiénes son los que están falleciendo, de qué edad son, de dónde son, cuántos de ellos tuvieron acceso a las camas hospitalarias, si son personas muy mayores o que tuvieron algún deterioro. Si están en zonas donde hay más o menos accesibilidad al sistema asistencial. También, estudiar el exceso de muertes que es un parámetro que se ha estado estudiando en algunos lados, por ejemplo hasta en revistas económicas como The Economist, Financial Times o también en el OMS. Ver cuánto del exceso de muertes se explica por las atribuidas a covid. Ahí hay que hacer un análisis epidemiológico de esos fallecimientos, qué proporción murió dentro del hospital y cuál no y qué características tienen”, explicó.
¿Cómo es el sistema de salud chileno? El Ministerio de Salud chileno no tiene camas, en eso coincide con el uruguayo, son del servicio de salud, que son 29 públicos, pero los directores son nombrados por concursos. El Ministerio de Salud coordina. El 80% se atiende acá. El 20% es privado.
¿Qué cambió en la pandemia? El Ministerio de Salud como órgano rector, tomó el control de las camas en Chile. “Dada la situación de emergencia el Ministerio de Salud tomó control de todos los recursos hospitalarios del país. Por lo tanto por primera vez se trabajó con el sistema como un solo sistema, usando camas públicas y privadas. Eso ha permitido hacer un uso más equitativo del recurso camas aún cuando uno puede ver que hubo diferencias y desigualdades. Se han profundizado inequidades en mortalidad en las zonas más vulnerables respecto a las más ricas. Eso está publicado, hay estudios. Sin embargo este dispositivo de unir todas las camas ha permitido moderar esas diferencias y hacer un uso más efectivo de las camas, incluso exigiendo al sector privado que libere camas para las personas de todo el país, independientemente de su seguro de salud”, contó.
Con base en un informe de Emiliano Zecca para No toquen nada.