En la carta, las sociedades profesionales alertan "sobre los efectos negativos de la prolongación de la no presencialidad”.
Giachetto, pediatra, farmacólogo e infectólogo pediátrico, grado 5 de Pediatría, explicó en No toquen nada que “el comportamiento de esta infección a nivel mundial muestra que los niños no son la población de mayor afectación. Nosotros, según el momento epidemiológico y la evolución temporal, hemos tenido hasta un 12 o 13% de infección en menores de 15 años. O sea que la enorme mayoría de los infectados, según los informes, son adultos”.
“Esta es una enfermedad que infecta a los chicos pero menos, en forma leve, asintomática, y cuando se han desarrollado formas que merecen otro tipo de cuidados han tenido una resolución satisfactoria. La hospitalización es algo realmente infrecuente en niños”, agregó respecto a los efectos del covid-19.
Por esta razón, los pediatras plantean que el regreso a las clases presenciales se dé cuánto antes. “Las escuelas parecerían ser lugares muy seguros si se toman todas las medidas”, afirmó la pediatra y neonatóloga Fernanda Blasina.
La médica explicó que al principio de la pandemia estuvieron de acuerdo con el cierre de los centros educativos porque no se conocían muchas cosas. Sin embargo, más de un año después y con la información acumulada “realmente las escuelas parecen lugares seguros”, reiteró.
En cambio, los riesgos de que niños y adolescentes permanezcan en sus casas son mucho mayores en todos los niveles, afirmaron los pediatras.
“Tendríamos que hacer una valoración de riesgos. ¿Qué es más riesgoso: el hecho de que los niños vuelvan o que no vuelvan? Aquí sí hay riesgos bien estudiados, absolutamente claros”, afirmó Blasina sobre la permanencia de los niños sin clases.
La medida de cerrar las escuelas y liceos es “rápida, sencilla, simple”, dijeron. Pero no tiene impacto en la contención de la pandemia.
“Cuando uno ve el transcurso del tiempo, los que realmente hicieron un lock down fueron los niños y los adolescentes. Ellos realmente estuvieron limitados en sus actividades y no movió la aguja de lo que estaba pasando”, dijo Blasina.
Respecto a la necesidad de salir a la opinión pública con esta carta, la pediatra señaló que “los niños no tienen voz”. “Nosotros nos sentimos en la obligación de dar voz a ese grupo diverso. Tenemos que empezar a mirar las consecuencias a corto, mediano y largo plazo”, afirmó.
