No es que sea una mala noticia, pero es una noticia que complica la negociación salarial que comenzaría a mitad de año.
La inflación de abril fue de 0,5, un punto y medio menos que la de abril del año pasado. Eso hizo que la inflación de los últimos 12 meses cayera de 8,34 a 6,76, más de un punto y medio en un solo mes.
La fórmula puente que se acordó el año pasado, cuando comenzaba el impacto de la pandemia en Uruguay, establecía:
- en términos generales (y con excepciones) se aceptó que entre mitad de 2020 y mitad de 2021 el único ajuste salarial fuera de 3 puntos a fin de año.
- a eso se debía sumar la caída del PIB de 2020, que terminó siendo de 5,9
- la suma de ambas cosas daría el margen a partir del cual se debería recuperar salario real con la inflación anualizada de mitad de 2021.
Finalmente la caída del PIB fue mayor a la esperada (se especulaba con 3 puntos y terminó siendo 5,9, casi el doble). Eso pone el umbral del período puente en 8,9 para la mayoría de los sectores. O sea, a la inflación hay que descontarle los 9 puntos que suman el aumento y la caída del PIB y eso da -2, un número negativo, algo que no parece haber estado en las expectativas de los actores cuando hicieron el acuerdo porque no hicieron ninguna referencia específica a esa posibilidad.
Cuando este escenario comenzó a aparecer como probable a principios de este año, No toquen nada consultó al ministro de Trabajo, Pablo Mieres, sobre qué podría pasar.
Mieres descartó que se pueda dar un ajuste negativo de salario.
“Efectivamente una de las posibilidades es que el cálculo de la inflación, menos el ajuste nominal del 3% otorgado el 1 de enero y menos los puntos de caída del PBI, puedan determinar un resultado negativo que en ningún caso se va a traducir en una reducción salarial. Podrá en todo caso no producirse algún ajuste salarial a mitad de año. Veremos. Lo que sí descarto es que se pueda especular en el marco de que sobre el final del puente de la octava ronda se pueda producir una reducción salarial. Eso está descartado”, afirmó.
Por su parte, Milton Castellano, director del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, coincidió que no se puede bajar el salario nominal pero dijo que el resultado negativo sí podría impactar en el nivel de los salarios y explicó por qué.
Castellanos dijo que “el salario nominal no se puede bajar, es ilegal. Si tu ganás 10 pesos no puede venir tu patrón y decir que a partir de mañana vas a ganar 9. Eso es un despido indirecto”.
La fórmula que se acordó en el Consejo Superior Tripartito de un ajuste de -2%, si bien no caerían los salarios nominales, su recuperación no arrancaría de cero sino de dos puntos negativos.
“Nosotros no hablamos del salario nominal, hablamos de ajustes a la baja. Si yo me propongo para el próximo ajuste salarial un adelanto, un crecimiento, lo que sea, por ejemplo de 2% si hay una proyección negativa del anterior convenio, en vez de tener un ajuste del 2, tengo uno del 1. Me van a descontar. La posibilidad real de que el salario tenga una contracción mayor es efectiva”, explicó.