En una entrevista con No toquen nada, Gualberto González, doctor en Química e inmunólogo, habló de los resultados de un estudio sobre la inmunidad que se genera al contraer Covid 19. González integra un equipo de la Universidad de la República y el Instituto Pasteur que hace un año sigue casos de uruguayos con Covid para saber cómo evolucionan los anticuerpos que genera el virus.
“La inmunidad es durarera”
“Los anticuerpos en la mayoría de los pacientes permanecen en el cuerpo aún más de un año. Hubo una primera caída y luego una estabilización. Y eso es muy importante porque no conocíamos nada y a los pocos meses hubo una sensación y reportes de que la inmunidad caía muy rápido y que iba a desaparecer. Eso era una muy mala noticia para lo que es enfrentar la infección. Nosotros veíamos que en realidad se mantenía y por suerte ahora nuestros resultados coinciden con lo que se ha consolidado a nivel internacional: saber que la inmunidad es durarera. El sistema inmune responde acorde al desafío. Si el peligro fue muy grande eso se ve en los pacientes que llegan a tener complicaciones respiratorias. Ahí lo que vemos es producciones de anticuerpos más importantes. En cambio si el paciente es asintomático la producción de anticuerpos es de baja intensidad”.
“La reinfección es un fenómeno raro”
“Hay estudios poblacionales de decenas de miles de personas que demuestran que el porcentaje de reinfección es relativamente algo muy raro. La reinfección es un fenómeno raro. Al cabo de cinco o seis meses la cantidad de personas que se reinfectan es más o menos 0,7 por cada 100. Pero la reinfección ocurre. El equivalente de protección, depende de los estudios, pero anda entre un 80 y 83% de protección para la infección en general. Si vamos a la infección con síntomas, que es lo mismo que se mide en los estudios con vacunas, la protección que da la infección natural es casi equivalente a como estar vacunado con la vacuna de Pfizer o de Moderna. Se llega a valores de 95%. Aún si el virus logra penetrar esa barrera inmunológica que se logró con la primera infección, el cuadro que presenta luego es mucho más leve, o sea que la infección transcurre asintomática o con casos muy leves”.
Vacunación de quienes tuvieron el virus: “estamos sabiendo el tipo de inmunidad”
“La infección natural tiene la ventaja de generar una inmunidad en la parte alta del sistema respiratorio que es un buen punto para evitar la transmisión pero tiene esa disparidad en la respuesta. Las vacunas pueden dar una respuesta que es superior a la inmunidad natural no solo de la nariz sino en el conjunto del organismo, protegiendo en forma muy importante el pulmón que es el punto débil cuando el virus llega allí”.
¿Por eso es recomendable que las personas que se infectaron se vacunen?
“Exacto. Lo que estamos logrando al vacunarse es apostar a sabir el tipo de inmunidad que han adquirido. Abandonamos el rango que podemos esperar en la infección natural y nos pasamos a rangos más conocidos”.
Escudo inmunológico: “Sinovac da lugar a protección”
“Sobre la base del escudo inmunológico es fácil construir para arriba. Supongamos que una persona que nunca se infectó, recibió sus dos dosis de Sinovac, tiene muy buena protección, quizás no tan alta como la de Pfizer pero tiene muy buena protección. En un futuro de meses, cuando se organice un refuerzo, no es lo mismo empezar de cero. Esa persona ya construyó su piso de inmunidad y es muy fácil pasarla para el piso superior. Dentro de lo que había estamos en una muy buena posición y podemos llegar a generar un escudo inmunológico bien blindado en el futuro pasando, si hay disponibilidad, a vacunas más potentes para todo el mundo. Es importante que la gente se quede tranquila de que hay diferencias de las vacunas pero la de Sinovac da lugar a protección”.
