González Sprinberg explicó en No toquen nada que la tecnología 5G va a poder focalizar la demanda direccionando la emisión de manera que llegue al celular que está demandando la información. “Puede direccionar en forma muy precisa la radiación”, dijo.
En cambio, “las antenas 4G simplemente emiten hacia todos lados y uno agarra la señal que hay”, agregó.
El ingeniero explicó que con las redes 5G se utilizan frecuencias más grandes e interfiere mucho más con los objetos corrientes como casas o árboles. “Se dispersa mucho más, se pierde, entonces necesita repetidoras para poder mantener esa calidad de señal. Entonces en vez de necesitar antenas a muchos cientos de metros de distancia probablemente necesite antenas a un par de cientos de metros y quizás repetidoras a nivel de edificios altos”, afirmó.
Esto puede aumentar el temor por la exposición a la radiación por estas antenas por parte de las personas. Si bien reconoció que habrá más antenas, dijo que no habrá más radiación.
“La reglamentación establece esencialmente lo mismo que hay hoy para 4G y ese es un límite completamente seguro en términos de salud. De manera que no es la cantidad de antenas lo que debería preocupar sino la potencia o la intensidad a la que vamos a estar sometidos”, afirmó González.
El especialista señaló que aunque pueden existir estudios individuales que afirman que puede haber daño a la salud por parte de estas radiaciones, esos estudios “no resisten el análisis científico”.
“Hay consenso de que las radiofrecuencias con los límites establecidos en estas reglamentaciones que Uruguay sigue no tienen efectos importantes en la salud”, afirmó.