Además, dijo que hay uruguayos genuflexos ante organismos internacionales, que ponen por delante de la Constitución dictámenes internacionales.
“En este país se está atropellando el Estado de Derecho por parte de ciertos actores de la justicia que han procesado y condenado a inocentes en base a falsos testimonios, que no respetan principios básicos del derecho como la irrectroactividad de la ley, los tiempos de prescripción, no juzgar dos veces por la misma causa. Lo que está en juego no es la defensa de una corporación sino la vigencia del Estado de Derecho. Durante décadas escuchamos a todos los actores políticos hablar de ello y condenar a la dictadura por su violación a la Constitución de la República. No es coherente aceptar entonces que en el presente se viole descaradamente la Constitución”, afirmó Manini.
Este discurso es parte de la presentación política de Manini y Cabildo Abierto del proyecto de ley que deroga la ley que derogó la Ley de Caducidad, que reinstala la Ley de Caducidad.
Esto fue en la media hora previa del Senado. No es la primera vez que Manini utiliza esta instancia para hacer discursos cuestionando fallos judiciales. El 14 de abril realizó una crítica al procesamiento del militar Lawrie Rodríguez.
Manini dijo que los procesamientos de los militares debilitan la democracia, que hoy son los militares, pero que mañana cualquier persona puede ser víctima de la arbitrariedad de los jueces.
El senador defendió a la Ley de Caducidad y cuestionó la ley interpretativa que se votó en 2011 que la derogó. Manini recordó que legisladores del Partido Nacional, Colorado y del Partido Independiente dijeron que esa ley era un golpe a la democracia.
“Hubo una ley que pretendió servir a la pacificación nacional después de un lamentable período de fractura y desencuentro entre los orientales. Esa ley es la única de las casi 20.000 leyes que desde 1830 se votaron en el país que fue dos veces ratificada por el cuerpo electoral. Y esa ley, la más legitimada de nuestras leyes, fue legitimada por la mayoría de un voto en el Senado en 2011 por una ley que en parte fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia. A partir de ahí se abrió el camino para que ciertos magistrados actuaran con total impunidad alentados por un coro al que solo le interesa la vengaza”, señaló.
El senador de Cabildo Abierto cuestionó que la derogación de la Ley de Caducidad y los procedimientos judiciales se basen en la sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de febrero de 2011.
“Anteponer esos tratados a nuestra Constitución es aceptar que se nos gobierne desde afuera. Eso es explicable en quienes toda su vida que se nos indique desde otras latitudes lo que debemos hacer. De quienes exhiben con orgullo su cipayismo apátrida. Habrá uruguayos genuflexos felices de este tipo de dependencia pero no es ese nuestro caso. Por eso reivindicamos nuestra soberanía nacional, nuestro derecho a establecer el marco jurídico que regule nuestra vida en democracia. Ningún dictámen de un organismo internacional está por encima de lo que establece nuestra Constitución nacional”, afirmó.