Este trabajo es publicado anualmente por la Dirección Nacional de Energía y abarca una serie muy extensa que llega hasta el año 1965. Si bien aún no se dispone de los resultados definitivos es posible ahora compartir algunos de los resultados y conclusiones relevantes observadas durante la presentación.
Generación de energía
Desde el punto de la oferta de energía, el BEN 2019 arrojó una matriz primaria o de abastecimiento de energía que fue 63% proveniente de fuentes renovables y autóctonas, un ratio 3% mayor al del año anterior.
En cuanto a la composición de la matriz destaca, en la mirada de largo plazo, el estancamiento del uso de petróleo y derivados.
Según se comentó en la presentación, al tiempo que desde 1965 la demanda ha crecido y se ha más que duplicado, la cantidad de energía abastecida con petróleo y derivados se ha mantenido relativamente constante, lo que ha significado, dada la incorporación y abastecimiento con otras fuentes, que la porción consumida en base a petróleo pasó de ser cerca del 80% de la matriz en 1965 a menos del 40% en la actualidad.
Generación eléctrica
En la matriz de generación eléctrica de 2019 se destaca que la misma es prácticamente renovable, con el 98% de la electricidad generada en base a energía hidroeléctrica, eólica, solar y biomasa. Además, por tercer año consecutivo, la generación solar superó a la de origen térmica fósil y en 2019 la capacidad instalada llegó a 254 MW.
Demanda de energía
Considerando el BEN 2019 desde la perspectiva de la demanda de energía, se puede señalar a Uruguay como un país industrial, ya que este sector acumuló el 43% de la demanda total, mientras el 27% fue para el sector Transporte, el 18% para el Residencial, el 7% para el Comercial, servicios y sector público y el restante 5% para Agro, pesca y minería.
No obstante, el fuerte peso de la demanda energética industrial se explica por el impacto, a partir de 2007, de la incorporación de plantas de procesamiento de celulosa (UPM y Montes del Plata) que son industrias energo-intensivas.
En la matriz de demanda, descontadas estas industrias, resulta que el sector industrial participa con apenas el 22% de la demanda.
Otro dato destacado de la demanda energética, con el enfoque por sector, es en el Transporte ya que, si bien en términos absolutos el consumo de este sector se reparte casi en su totalidad en partes similares entre gasoil y nafta, en el BEN 2019 se apreció un consumo de energía eléctrica de 1.333 MWh, duplicando el valor del año anterior de 668 MWh. Este dato muestra la incipiente pero sostenida incorporación de la movilidad eléctrica en el parque automotor uruguayo.
El BEN 2019 también presenta información relevante respecto a las emisiones de gases contaminantes del sector energético. En este sentido, durante la presentación del balance se señaló que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) durante 2019 cayeron 1% respecto al año anterior.
Otro dato relevante es que el 60% de las emisiones de CO2 del Uruguay son producidas por el Transporte, resultado esperable por ser un sector de uso intensivo de derivados de petróleo. Mirando por fuentes, el CO2 liberado a la atmósfera proviene mayormente de la quema de gasoil el 41%, de gasolina el 29% y de fueloil el 11%.