Cuando comenzó la pandemia del covid-19, que tuvo su origen en China, existía la posibilidad de que las ventas a ese mercado se vieran afectadas.
“El gobierno chino determinó un análisis de todos los productos de alimentación que estaban ingresando por Beijing en ese momento, incluidas las carnes uruguayas que eran 52.000 toneladas, y eso puso muy nerviosos a los operadores del mercado. Empezaron a hablar de renegociaciones, precios, tratando de suspender algún pedido”, contó el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos María Uriarte.
“Nosotros nos pusimos en contacto con nuestros similares en china a través de nuestro embajador y el canciller hizo lo propio con el embajador de China en Uruguay. Por suerte el sábado recibimos la noticia de que las importaciones de alimentos, que habían estado en cuestionamiento, estaban en carácter normal”, agregó.