Sin acuerdo con acreedores, Argentina prolonga cinco semanas la renegociación de deuda

En un clima de tensión, Argentina prolongó este viernes por cinco semanas más las negociaciones con sus acreedores en busca de un acuerdo que le permita reestructurar bonos por unos 66.000 millones de dólares emitidos bajo legislación extranjera.

Actualizado: 20 de junio de 2020 —  Por: Redacción 180

Sin acuerdo con acreedores, Argentina prolonga cinco semanas la renegociación de deuda

Alberto Fernández (AFP)

El plazo para que los bonistas se pronuncien sobre su adhesión al canje propuesto será ahora hasta "las 17H00 de Nueva York (21H00 GMT) del 24 de julio", indicó un comunicado del gobierno de centroizquierda de Alberto Fernández, divulgado este viernes. 

Así, el país sudamericano vuelve a extender las negociaciones, desde que se iniciaron el 20 de abril.

"Argentina cree firmemente que una reestructuración de deuda exitosa contribuirá a estabilizar la condición económica actual", reiteró el gobierno argentino. La Bolsa de Buenos Aires reaccionó con una suba de casi 8%. 

En los últimos días las posturas entre Argentina y algunos grupos de acreedores se han endurecido. 

Los grupos Ad Hoc Bondholder Group y Exchange Bondholder Group acusaron al país de haber "decidido crear obstáculos que impiden una solución negociada".

Argentina "ha intentado causar división que pone fin a lo que hasta entonces había sido un procedimiento de negociación productivo", dijeron en un comunicado divulgado la noche del viernes.

Sin embargo, se comprometieron a evitar el default definitivo.

"Las distintas propuestas presentadas durante las últimas semanas demuestran que todos los actores clave mostraron progreso sustancial hacia una reestructuración de consenso", señalaron. 

En caso de lograr el objetivo, añadió la nota, "sería un éxito para todos los involucrados, evitando los costos legales y económicos devastadores de un evento de incumplimiento".

El Grupo Ad Hoc, que comprende 13 fondos internacionales, había advertido el jueves que ante el "fracaso de las negociaciones", evaluaba reclamar su pago en los tribunales de Nueva York.

El diálogo con los bonistas "avanza entre tironeos", admitió Fernández, aunque se mostró confiado en "encontrar un punto de acuerdo".

"Puede haber acuerdo antes"

"La fecha ahora es el 24 de julio, pero eso no quiere decir que no pueda haber acuerdo antes. Solamente se despeja el camino para no estar extendiendo a cada rato", comentó una fuente de gobierno.

"No hay oferta nueva y se negocia con todos los acreedores", precisó esta fuente.

En una oferta enmendada, que aún no ha sido presentada formalmente, el gobierno argentino proponía un cupón atado a la evolución de las exportaciones agrícolas, que implica la posibilidad de un pago adicional de intereses de 0,75% anual. 

Pero mientras el gobierno argentino se mantiene firme en sostener una tasa de recuperación con un límite de 50 dólares por cada 100 del valor facial de los bonos, Ad Hoc demanda bastante más.

Argentina, tercera mayor economía de América Latina, asegura que las negociaciones van bien con el resto de los acreedores.

"Hay muchos acreedores que están en un punto de encuentro políticamente", aseguró una fuente de gobierno. 

"Tiempo de descuento"

Algunos analistas creen que las diferencias son tan exiguas que el gobierno de Fernández debería ceder para lograr una de las reestructuraciones más grandes de la historia.

"En este momento, las diferencias entre el Estado nacional y los bonistas, en términos de los análisis de sustentabilidad de deuda, son de algunos puntos porcentuales y se tornan poco relevantes en su impacto sobre la economía. El descuento obtenido por Argentina es muy importante y es el momento de cerrar", estimó Carlos Winograd, exsecretario de Comercio argentino y profesor del Paris School of Economics. 

Pero Argentina insiste en que no puede ofrecer más. El límite, señaló una fuente gubernamental, "es lo que el país puede pagar". 

"Creemos que esta visión de ceder para patear el problema es la que nos trae el problema de reestructurar deudas permanentemente. No se trata de lograr el título del diario", agregó.

Argentina entró técnicamente en default el 22 de mayo, cuando incumplió el pago de 500 millones de dólares de tres bonos sujetos al canje. 

En esta negociación hay bonos de 2005 y 2010, producto de una anterior reestructuración durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015), y también nuevos títulos emitidos a partir de 2016, durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019). 

En pocos días vencen los intereses de otros bonos, pero con el periodo de gracia su pago podría dilatarse hasta fines de julio, justo después del nuevo plazo fijado este viernes.

En la memoria de los argentinos está fresco el recuerdo del default de 2001, el mayor de la historia. El contexto ahora es aciago para el país, en recesión desde 2018, con 35% de sus casi 45 millones de habitantes en la pobreza y una inflación que alcanzó el 53% en 2019, una de las más altas del mundo. 

AFP