La industria cinematográfica ha estado bloqueada en California desde mediados de marzo, cuando las autoridades pusieron en vigor estrictas medidas de confinamiento que impiden cualquier rodaje de cine y televisión pues implica mucha gente, entre actores, productores y técnicos.
E incluso ahora que se está considerando relajar gradualmente las restricciones, expertos coinciden en que entre los altísimos costos de cualquier producción y los crecientes riesgos legales, la industria está obligada a cambiar... y es algo que tomará varios meses.
"Es imposible hacer una película de 'Star Wars' o de Marvel mañana en la mañana", dijo Nicolas Chartier, productor ganador del Óscar por "The Hurt Locker" ("Vivir al límite", "Zona de miedo").
"Lógicamente, hay demasiada vulnerabilidad legal y demasiado miedo", coincidió el también productor Stephen Nemeth ("Pánico y locura en Las Vegas"). "No veo que se pueda producir ahora una película como 'Dune' u otro filme épico como 'Mad Max'. Son producciones que requieren 250 personas en la producción y otros 250 extras. No lo podrías controlar".
Aunque California ha recibido aplausos por su rápida respuesta a la pandemia de la COVID-19, la meca del entretenimiento ha reportado igual 43.000 casos, la mayoría en el área de Los Ángeles.
Y las compañías de seguros ya dicen que no cubrirán cualquier nueva interrupción de una producción por un brote de coronavirus en el set: son retrasos que costarían millones de dólares.
Una opción es que los empleados firmen un documento que proteja a los estudios de demandas relacionadas con la enfermedad, aunque hay dudas sobre si es una medida que se pueda imponer a las grandes estrellas.
También se estudia reemplazar escenas de multitudes con extras hechos en computadora, pero es algo que "costaría una fortuna", indicó Chartier.
"En mi opinión, para que las grandes películas vuelvan alguna vez al punto como las conocimos se necesita tener una vacuna" contra el coronavirus, añadió Nemeth.
"Dilema moral"
Una solución temporal podría ser tomar la temperatura y hacer pruebas de detección del virus o anticuerpos a quienes entren en el set.
El distanciamiento social en los estudios ya se está probando en Suecia y Dinamarca, donde se ha reanudado la producción en sets esterilizados, y evitando contratar a personas mayores de 70 años o con problemas de salud, más vulnerables a la COVID-19.
Steven Soderbergh, director del thriller pandémico de 2011 "Contagio", está dirigiendo un grupo de trabajo para explorar opciones similares en Hollywood.
Pero desde ya ese tipo de medidas parecen poco prácticas en los abarrotados sets de filmación de Estados Unidos, e implican riesgos de discriminación con consecuencias que pueden ser peores, indicaron los productores Jean de Meuron y Elena Bawiec.
"Los más vulnerables son los técnicos: iluminadores, electricistas, operadores de cámara", dijo De Meuron. "No puedes imponer el distanciamiento de 2 metros... el responsable del foco está justo al lado del operador de la cámara, a un par de pulgadas (5 cm) de distancia uno del otro".
"¿Cómo cambias eso?", insistió.
Los estudios podrían optar por trabajadores "que dieron positivo en anticuerpos y tengan certificados", sugirió Bawiec. "¿Pero puede eso impulsar a la gente a infectarse a propósito, para poder tener el virus y luego ser inmunes? Es un dilema moral".
"Sin maquillaje"
Los cineastas se ven forzados a experimentar con nuevas locaciones, técnicas e incluso géneros que se presten a un mundo confinado, con repartos y producciones dramáticamente reducidas.
Nemeth está planeando rodar una película en su casa en las colinas de Hollywood, donde puede alojar a un equipo pequeño.
"Podríamos tener producciones hiperregionales, hipercerradas" en Los Ángeles. "Lo estoy haciendo y estoy seguro que no soy el único".
Chartier tiene la intención de hacer una película muy barata rodada a través de Zoom o Skype en la que cuatro parejas discuten un asesinato.
"Los actores se filmarán en casa, con su propia ropa y sin maquillaje", explicó.
La tradición de Hollywood está llena de heroicos cineastas que superaron grandes obstáculos para rodar exitosas películas, pero Chartier no se deja llevar.
"O el guión es bueno y la historia interesante, o será un fracaso a los 15 minutos".