El índice líder Merval de la Bolsa de Buenos Aires alcanzó los 42278,51 puntos, y el peso argentino cerró en 63 pesos por dólar, pero en el mercado informal se disparó hasta los 80 pesos por billete verde.
El nuevo gobierno del presidente Alberto Fernández (centroizquierda) promulgó un paquete de medidas económicas e impositivas de emergencia que busca recaudar fondos para la endeudada Argentina, que atraviesa la peor crisis de los últimos 17 años.
Estas medidas entraron en vigor el lunes por la tarde y comenzaron a aplicarse efectivamente este jueves, tras dos días feriados por Navidad.
Así, el balance general de empresas en la bolsa arrojó 118 alzas, 17 bajas, y seis papeles sin cambios, mientras que el volumen negociado en acciones alcanzó los 1.583 millones de pesos (25,13 millones de dólares al cambio).
Según Ramiro Castiñeira, economista y director de la consultora Econométrica, "los acreedores están contentos" porque creían que el peso del ajuste iba a recaer solamente sobre ellos. "Lo que hizo el gobierno con esta ley de emergencia es distribuir los costos entre empresas, la clase media, el campo e incluso hubo recortes al pago a jubilados", dijo Castiñeira a la AFP.
Las medidas de emergencia incluyen gravámenes a las exportaciones agrícolas, con un máximo 33% para la soja, el principal producto de exportación. Esto puso en alerta al poderoso sector agrario, el único que creció en el último año.
Sin embargo, los buenos resultados bursátiles ocurrieron porque "el mercado no está mirando el largo plazo, está mirando el corto plazo, quién paga la deuda, los platos rotos de los últimos años en que Argentina no creció", explicó Castiñeira.
La deuda de Argentina asciende a 335.000 millones de dólares y alcanza 93,3% del PIB, según una proyección del FMI.
Argentina postergó unilateralmente hasta agosto el pago de unos 9.000 millones de dólares de vencimientos en dólares, lo que le costó una degradación de su deuda por parte de las calificadoras Fitch y S&P, tras considerarlo un default selectivo.
El Banco Central anunció este jueves una reducción de tres puntos de la tasa de interés de LELIQ, la tasa de referencia diaria equivalente a la tasa de política monetaria, pasando de 58% a 55%.
Auge en mercado negro
La nueva normativa incluye un gravamen de 30% a la compra de dólares, lo que representa un golpe a la clase media argentina, acostumbrada a ahorrar en la moneda estadounidense para cubrirse de las cíclicas devaluaciones del peso y de la inflación, una de las más altas del mundo.
Esta medida impositiva se suma al cepo cambiario vigente desde octubre pasado, que limita a 200 dólares por persona la compra mensual en los bancos y a 100 dólares en casas de cambio, una estrategia que busca proteger las reservas internacionales.
En este contexto, numerosos argentinos se ven obligados a comprar dólares en el mercado informal, impulsando los precios del billete verde en el mercado negro.
Según el último balance del Banco Central, las reservas internacionales son de 43.700 millones de dólares, unos 19.000 millones menos que el año pasado.
Las nuevas medidas también prevén un impuesto de 30% a las compras en el exterior con tarjetas de crédito y a los viajes al extranjero, así como un alza de impuestos a los sectores altos y medios que se volcará a beneficios sociales para los sectores más pobres.
Argentina atraviesa una recesión económica desde el segundo trimestre de 2018 con una inflación de 48,3% a noviembre y una depreciación de la moneda de 38% en ese lapso.
La caída del PIB fue de 2,5% en 2018, en tanto el Fondo Monetario Internacional calculó que la baja en 2019 será de 3,1%.
AFP