Durante el debate entre los principales candidatos presidenciales, Luis Lacalle Pou dijo que “Uruguay tiene que buscar, urgente, otra fuente de abastecimiento de agua potable”, y agregó que, muchas veces, el agua de OSE tenía “color turbio” y que “cada vez se consume más agua embotellada”.
Al respecto, el diputado nacionalista Gerardo Amarilla, dijo en No toquen nada que creció en un país “donde se tomaba agua de la canilla sin problema”, y que “hoy por hoy, no tenemos esa certeza ni garantía”.
El diputado dijo que la calidad del agua del país ha bajado y que los impactos más importantes son producto de los agroquímicos y también del ciclo hidrológico urbano, donde “hay un tema vinculado a los residuos sólidos y líquidos sin tratar de las ciudades, no solamente los industriales sino también los domésticos en gran parte de la cuenca”.
Amarilla agregó que “el gobierno ve pasar el tiempo y no ha hecho las cosas necesarias”. Dijo que de las once medidas que se plantearon en 2013 para la Cuenca de Santa Lucía, “ocho no se cumplieron, y tres se cumplieron a medias”. También apuntó que “en 2018 crean un nuevo paquete de medidas que no se empezaron a implementar todavía”.
“Pasan los años y la calidad de agua de los uruguayos es cada vez peor. Es un tema de emergencia nacional”, comentó.
Piñeiro: “el agua que brinda OSE es totalmente segura”
Por su parte, Verónica Piñeiro, vocera del equipo del frenteamplista Daniel Martínez, e integrante de la Secretaría Nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático, respondió que es necesario diferenciar al agua bruta de cualquier curso de agua de la que produce OSE; y dijo que “el agua que brinda OSE es totalmente segura” y cumple con los requisitos de la Organización Mundial de la Salud.
“En ese sentido, dar el mensaje de que no estamos en una emergencia. Es algo que se ha generado a partir de mensajes bastante irresponsables de algunos actores, tanto de la academia como políticos. El acceso al agua potable en Uruguay es muy alto, y la calidad del producto que brinda OSE es muy bueno”, añadió.
También habló de las medidas para la cuenca del Santa Lucía a las que hizo referencia Amarilla, y dijo que “no es cierto que no se estén cumpliendo las medidas”.
“El paquete de medidas de 2013 tuvo un avance muy grande, tuvo un alto nivel de inversión, desde las industrias que están instaladas en el Santa Lucía, más de 30 millones de dólares para generar tratamientos terciarios, también grandes inversiones de OSE para el tema de saneamiento y tratamiento de aguas residuales urbanas. También un paquete de medidas que implicó la aplicación de planes de lechería sostenible en una zona con una alta intensidad de uso porque son tambos, principalmente. Ese paquete de medidas fue actualizado en 2016, en 2017 hay una segunda generación de medidas que implica un avance mucho mayor y una profundización de medidas en donde existió menos avance. En la contaminación difusa, el 80% de la contaminación de los cursos de agua está dado por fuentes difusas que son las más difíciles de controlar y ahí existen un montón de medidas y proyectos que se están aplicando para ver nuevas modalidades de aplicación de fertilizantes que reduzcan la llegada de fósforo, principalmente, que es uno de los principales elementos que generan los problemas de calidad de agua, sobre todo en la cuenca de Santa Lucía”, comentó.
El agua que se pierde
Amarilla cuestionó que OSE garantizara la calidad del agua, al recordar el caso de un accidente de vertido de gasoil en el puerto de Paysandú en 2015 y que “se supo en Ancap porque la gente empezó a reclamar que había olor a combustible en el agua que salía de su canilla”.
Sobre las medidas en la Cuenca de Santa Lucía, dijo que una que no se concretó fue el tratamiento de lodos en Aguas Corrientes; y habló de la “pésima gestión de OSE” con el Programa de Reducción de Aguas No Contabilizadas (RANC), por el que se pierde el 50% del agua potable. “Perdemos 80 millones de dólares todos los años por agua que OSE potabiliza y que no se factura. Para mí estamos en un tema de emergencia de aguas y realmente, hay mucha cosa por hacer en ese sentido”, complementó el diputado nacionalista.
Piñeiro insistió en que le asustaban “las posiciones que se toman en algunas partes” porque “parece que estamos promoviendo que la gente compre agua embotellada, cuando muchas veces tiene un valor de 1000% más de lo que cuesta el agua de OSE”.
“El agua que brindamos es segura. Obviamente, está el caso que comentó y también existió un caso en verano de un problema con un proceso de potabilización que generó problemas puntuales, pero ante eso se desatan los mecanismos que mejoran eso”, dijo Piñeiro.
Sobre el RANC, dijo que es producto de “mucho tiempo con inversiones muy bajas” y agregó que recomponer las redes de agua potable lleva a que exista una pérdida del agua que se produce y que ese RANC no sea tan bueno. Añadió que “se ha invertido mucho en renovación de tuberías que lleva a que se intente mejorar eso”.