Para Julieta la búsqueda de un camino propio ha sido complicada. Hija de un artista como Ruben Rada, uno de los principales en la historia de la música popular uruguaya, durante años fue pareja de otro músico fundamental, Nicolás Ibarburu.
Cuando esa pareja se rompió, ella se encontró sola y se “trabó”. Se fue a vivir a Buenos Aires y comenzó a cantar y girar con una banda popular como Ciro y los Persas. Viajó a Los Ángeles donde trabajó en la composición musical con Leonardo Amuedo. En Montevideo, hizo talleres de escritura con Gonzalo Deniz (Franny Glass).
Ella se sentía “en bolas” pero se puso "las pilas" y con trabajo comenzó a ver esa soledad como la posibilidad de un “camino más individual”. Se destrabó.
La producción de su hermano Matías terminó de darle forma a un disco que muestra todo lo que ya sabíamos de Julieta Rada. Una de las mejores voces del país, heredera de una de las tradiciones más influyentes en la música uruguaya y dueña de un look pop demoledor que ahora, además, se anima a tomar el control y el “lugar de protagonista”.
"Me hizo mucho bien", le dijo a 180 en el marco de una gira promocional del trabajo.
Has dicho que este disco fue sanador para vos. ¿Por qué?
La realidad es que yo estaba bastante triste porque trabajaba siempre con Nico Ibarburu, que era mi pareja. Componíamos juntos, escribíamos la letra juntos, girábamos juntos... todo muy simbiótico. En un momento nos separamos, seguimos tocando un tiempo juntos porque nos queremos y lo disfrutamos mucho pero fue raro y dejamos de tocar y de trabajar.
Sin Nico, me sentí muy en bolas, sin saber para dónde ir y me costó mucho. Estuve muy triste y buscando qué hacer.
No aparecían las canciones, la inspiración...
Me costó. No le encontraba la vuelta porque yo aprendí a componer con Nico. Entonces era como mi maestro y no lo tenía más. Fue un tiempo en el que la pasé un poco mal. Después me puse un poco las pilas, viajé, me junté con Leonardo Amuedo que es un guitarrista uruguayo que vive en Los Ángeles. Viajé para ahí, nos sentamos a componer y a tocar. Eso me ayudó un montón, me destrabó, hicimos varios temas y después les puse letra. Fui haciéndolo a medida que estudiaba otras cosas.
Estás buscando y encontrando un camino más personal. Antes lo vivías en dúo, en pareja.
Claro, fue un camino más individual. Algo que hacía todo el tiempo compartiendo con Nico ahora lo hice sola. Fue rediferente y estuvo bueno porque me empoderó: tomar las decisiones yo, elegir la estética de cada canción. Me hizo mucho bien.
Para vos debe ser difícil esto de encontrar tu camino. Venís de una familia muy musical, con un padre que es un prócer de la música uruguaya, y durante mucho tiempo fuiste pareja de otro músico muy importante en el país. Si bien eso te arropa, te contiene, también hace más difícil que salga la Julieta más protagonista.
Si, totalmente.... “La hija de...” “La hermana de....” “La novia de...” Eso está bueno pero tiene sus cosas negativas. A veces a uno le cuesta ponerse en ese lugar de protagonista y tomar las decisiones solo. Obviamente acompañado es más fácil, más divertido. Pero también está bueno enfrentarlo y hacerlo solo.
¿Tu ida a Buenos Aires también tiene que ver con eso, con la búsqueda de un camino propio?
Si. Hace muchos años que amenazo y no lo hacía. El año pasado se me dio que empecé a trabajar con Ciro, también empecé a tocar con unos amigos en un tributo a Luis Miguel. Y empecé a estar más en Buenos Aires. Este año ya decidí instalarme ahí.
Lo que me pasó siempre fue que trabajé más en Argentina que en Uruguay. Siempre giré mucho por el interior, por Córdoba, por Rosario, por todos lados. Acá en Uruguay ni tocaba, tenía uno o dos shows por año. Entonces dije: “ahora que estoy sola, que no tengo nada que me ate, me voy”. Todo se da por algo.
¿Cómo estás viviendo la experiencia de ser parte de Ciro y los Persas?
Es increíble. Son unos divinos todos en la banda. Ciro es una persona muy especial, muy generoso conmigo y algo que hizo muy bien fue crear un grupo de músicos y técnicos que son buena gente, hay buena onda, son sanos. Paso bien, me siento cómoda. Es muy increíble la cantidad de gente que mueve Ciro y lo que lo quieren. Es tremendo. Uno lo ve ahí, en el ensayo, comiendo galletitas, y después salís y no lo dejan ni caminar.
¿Y eso te sigue sorprendiendo? Es algo que has vivido desde siempre, la fama, la popularidad, tu papá, el amigo de tu papá, el que toca con tu papá, que en tu casa es alguien común y corriente pero después lo ves en otro contexto y es una estrella.
Si, me sorprende. A veces no caigo, como que es algo natural y no lo asumo. Pero hay momentos en los que me pega. En Argentina estoy tocando con muchos amigos jóvenes, muy talentosos, y estoy viendo el despegue de varios. Me llama mucho la atención cómo hace dos meses estaban remándola para llenar una fecha y ahora agotan todo en dos minutos. Eso me emociona.
¿Cuáles son tus objetivos con Bosque?
Lo que más disfruto es tocar en vivo. Mi plan es tocar bastante, ojalá que pueda porque con la crisis no está tan fácil, ni acá ni en Argentina.
En el video clip de "Sencillo" tenés una imagen muy potente, sexy. ¿Cómo te manejás en ese tema? ¿Sola, con asesores?
Mi idea con ese video era mantener el arte del disco, el bosque de noche. Esa era mi idea original: estar en el bosque cantando. Después en la parte del estilismo me ayudó Mariela Vitale, que es una de mis mejores amigas, la hija de Lito Vitale. Hicimos todo el estilismo con ella que se recontracopa con la ropa, además de ser una de las mejores cantantes que hay.
¿Qué te inspira en lo estético?
Muchas cosas, me gusta mucho la ropa y estoy mirando todo el tiempo cosas. Las Kardashian me encantan, realmente me gusta mucho cómo se producen, Beyonce, Rihanna,todas esas mujeres afro. Las Kardashian no son tan afro pero se están volviendo afro, se casan con negros, tienen hijos negros (risas).