Carpintero y egresado de la Facultad de Bellas Artes, donde ejerció la docencia, Marenales continuó militando en el Movimiento de Liberación Nacional durante la democracia, tras el ingreso de esa corriente al Frente Amplio y la creación del Movimiento de Participación Popular.
Sus declaraciones siempre fueron polémicas y, pese a estar integrado a la orgánica del MPP, fue muy crítico del rumbo de los sucesivos gobiernos del Frente Amplio.
En 2010, durante la presentación del libro sobre su vida, el entonces director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, lo catalogó como “el último dirigente tupamaro que sigue militando”.
Marenales dijo ese día: “yo no soy un progresista, yo lucho por los cambios sociales y en el fondo soy un socialista. Y sigo siendo revolucionario”.
Sobre el gobierno del Frente Amplio consideró que “izquierda es pensamiento y acción en función de un cambio en la sociedad, lo demás es progresista, ergo: me van a pegar. Acá los que luchan por el cambio social son pocos, la inmensa mayoría está por mejorar el sistema. Estamos haciendo un batllismo de un tono menor, porque el viejo Batlle hizo más que nosotros”.
Marenales falleció en Salto, a los 89 años.