Consultada sobre si se siente parte de la Generación del 45, grupo de escritores y artistas uruguayos que surgieron en 1945, Ida Vitale dijo que siempre entendió a esa denominación como “nada más que un índice”.
“Es como abrir un libro por el índice, con eso no se entera uno de mucho. Cada uno era distinto, cada uno tenía su personalidad o la ausencia de ella, hubo de todo”, expresó Vitale.
La escritora, reciente ganadora del premio Cervantes, se refirió a las diferencias entre algunos de los integrantes de aquella generación, como Juan Carlos Onetti -que era mayor que ellos y era un referente para el grupo-, o Felisberto Hernández-, que iban de sus personalidades a sus edades.
“Claro que estábamos todos cerca de Onetti, lo admirábamos y era una eminencia, pero a él lo rejuvenecía y a nosotros nos envejecía. Y omitían a Felisberto, que es la otra figura que contrapesa. Para mí es un tema a resolver. ¿Felisberto u Onetti? Eran totalmente opuestos y distintos. Es una prueba de que, en general, las virtudes de un grupo están en que todos sean distintos, y no todos iguales”, añadió Vitale.
Para la autora, más allá de las cosas que los separaban o diferenciaban eran amigos y se integraban. Además, recordó una comida celebrada en su casa, que dejaba en claro lo distintos que podían llegar a ser los máximos exponentes de la Generación del 45.
“Estaban Felisberto y Onetti, evidentemente tenía una tendencia a las experiencias químicas, porque Felisberto decía cualquier tontería y Onetti estaba callado, y solo largaba de cuando en cuando una frase, perfecta, agresiva en general, como hecha para poner a todos incómodos. Eran muy distintos”, comentó.
Además de Vitale y Hernández, la Generación del 45 la formaron otros reconocidos escritores como Mario Benedetti, Idea Vilariño, Manuel Flores Mora, Emir Rodríguez Monegal, Carlos Real de Azúa, Amanda Berenguer, Mario Arregui, Líber Falco, Carlos Maggi y María Inés Silva Vila.