"En la Unión de Transportistas de Combustible somos empleados. Acá hay también propietarios, algunos son unitarios, que trabajan arriba de los camiones, pero es la minoría. Esos propietarios se pliegan, acompañan las medidas nuestras, pero nosotros el 90% de los que estamos arriba de los camiones somos empleados, vivimos de un sueldo", contó Benavides.
"Los propietarios son también trabajadores, como hay en otros gremios. Hace muchos años atrás me tocó integrar una mesa de sindicado donde habían unitarios propietarios y nunca hubo problema. Se da en muchas ramas que propietarios trabajen en su unidad pero acompañen. Eso se ha dado no solo en el combustible. El 90% somos dependientes de un sueldo", agregó.
Los transportistas de combustible se consideran "independientes" de los otros sindicatos. "Siempre reclamamos una bandeja aparte para negociar porque tenemos una realidad muy distinta a la general. Nunca nos quisieron reconocer, siempre hubo resistencia. De todas maneras estamos conformados, funcionamos hace muchos años y ese es el menor de los problemas", señaló.
"La idea nuestra es lograr tener una Unión lo suficientemente compacta como para defendernos de mil situaciones que hay ,y en este caso es un tema de seguridad", explicó.
Según el dirigente el reclamo de seguridad en la planta La Tablada viene "desde hace muchos años".
En esta ocasión "se lastimó un compañero, que por suerte se revirtió la situación de la mano de él, y hoy podemos decir que ese compañero va a volver; eso es positivo pero no queremos que se repita".
"Las respuestas siempre son de política, nos prometen que sí, pero el hecho es que no aparece. El otro día, hace un mes atrás, cayeron al piso dos losetas que pesan bastante, pudieron haber caído en la cabeza de alguien. Es tal el grado de deterioro que tiene esto que tienen que tomarlo en serio. Ya no da para más", afirmó.
"En la planta cargamos nosotros los camiones. Le estamos saliendo baratísimo al estado. Si bien está declarada esta planta como autoservicio, los camiones los cargamos nosotros. El compañero fue a dar vuelta un brazo muy pesado, que tiene que estar bien balanceado, se le cayó y le agarró la mano. Es común que se caiga, pasa todos los días, pero esta vez le agarró la mano", señaló.
"La mejor medida es que se arregle, porque si lo hace otra persona es lo mismo. Hay caños que han caído arriba de la cabina del camión. Es increíble que se estén enojando con nosotros cuando estamos pidiendo que arreglen, estamos pidiendo condiciones de seguridad. Queremos entrar a la planta y cargar con condiciones de seguridad", dijo Benavides.
