"Necesitamos una actuación urgente, pedimos al tribunal que pueda agilizar los plazos", expresó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, tras reunirse en Brasilia con la presidenta del Tribunal Superior Electoral (TSE), Rosa Weber.
El caso estalló el jueves con la publicación de un informe del diario Folha de S.Paulo sobre empresas que compraron servicios para propagar mensajes en masa a favor de Bolsonaro, antes de que éste ganara la primera vuelta del 7 de octubre con una ventaja mucho mayor a la prevista por los sondeos.
Según el rotativo, una campaña similar estaría en marcha para la semana previa al balotaje del 28 de octubre.
El PT denunció que esa práctica fraudulenta afectó los resultados en la primera vuelta y pidió una investigación contra la campaña de Bolsonaro por "abuso de poder económico y uso indebido de medios de comunicación digital".
El candidato ultraderechista rechazó esas acusaciones y sostuvo que el PT haría todo lo posible para dejarlo fuera de combate.
Hoffmann dijo salir "muy preocupada" de la reunión por "las condiciones del TSE para enfrentar (...) la fabricación de noticias falsas y mentirosas" y porque la autoridad electoral va a tratar el "proceso legal como si estuviéramos en una situación de normalidad".
"Ayer introdujimos un recurso (...), incluso con pedidos de medidas cautelares para hacer búsquedas y aprehensiones con vistas a la obtención de pruebas, y hasta ahora no obtuvimos una decisión del tribunal", agregó.
La jueza del TSE y otras autoridades ofrecerán una rueda de prensa para abordar "los cuestionamientos recogidos sobre el primer turno de las elecciones".
El PT también pide en su recurso que las empresas sospechosas de participar en este supuesto esquema de propaganda a través de Whastapp sean investigadas y que el TSE obligue a la plataforma de mensajería instantánea a tomar medidas, para que en los nueve días que restan hasta el balotaje se restrinja la distribución de noticias falsas.
Pero la presidenta del PT teme que si el TSE no agiliza el proceso pueda haber "destrucción de pruebas".
Las redes sociales han tenido un papel clave en el ascenso político de Bolsonaro, quien cuenta con poco más de 14 millones de seguidores en Facebook, Twitter e Instagram. Su contrincante suma 2,8 millones.
Con 120 millones de usuarios, WhatsApp es una mensajería muy popular en Brasil. El 90% de los usuarios de Internet en el país utilizan este sistema de comunicación, según la consultora Comité Gestor de Internet en Brasil.
AFP
