Denise Mota

Corte Electoral prohíbe la candidatura de Lula, ¿y ahora?

En sesión extraordinaria (porque los ministros del Tribunal Superior Electoral no se reúnen los viernes), que llevó 11 horas, por seis votos en contra y uno a favor del expresidente Lula, quedó vetada la candidatura a la presidencia de Brasil del líder del Partido de los Trabajadores (PT). Él encabeza las encuestas de intención de voto.

Actualizado: 01 de setiembre de 2018 —  Por: Denise Mota

Este resultado en la Corte Electoral ya era esperado porque todas las decisiones judiciales anteriores, en todas las instancias posteriores a la condena dictada por el juez Serio Moro en julio del año pasado (es decir, los recursos analizados después de esa fecha por el Tribunal Regional Federal de la 4ª región, el Superior Tribunal de Justicia - STJ y, finalmente, el Supremo Tribunal Federal - STF), no entendieron como arbitraria la prisión de Lula en Curitiba, hace ya casi cinco meses. El político cumple pena por lavado de dinero y corrupción pasiva, como resultado de investigación bajo el paraguas de la Lava Jato.

Si bien el proceso penal y el electoral corren por vías distintas en Brasil, los une la Ley de la Ficha Limpia, que impide postulaciones de imputados en segunda instancia, pero incluye excepciones si se entiende que una decisión posterior puede eliminar la inelegibilidad. Así que nada era tan sencillo y directo como se podía suponer. De hecho, el mes pasado, 11 candidatos primeramente vetados por la misma ley fueron autorizados por el Tribunal Regional Electoral (la Corte Electoral de los Estados) a competir este año a cargos regionales en Bahia. Y varios de los integrantes de la Corte enfatizaron, en la lectura de sus decisiones ayer, que no estaban allí para juzgar si Lula estaba encarcelado con razón o no.

Sorpresivamente pero también de forma emblemática – como reflejo de los insondables vericuetos jurídicos brasileños-, el único voto favorable a la continuidad del expresidente en la corrida vino de Edson Fachin, quien fuera relator del caso de Lula en la votación de su habeas corpus en el Supremo Tribunal Federal. En ese momento, Fachin defendió de forma contundente el mantenimiento de la prisión del exmandatario.

(Sólo para aclarar un contexto complejo: la Corte Electoral está compuesta por siete personas: dos del STJ, dos abogados recomendados por el Supremo y tres ministros del STF. En el caso de la votación de ayer, por el Supremo la integraron, además de Fachin, los ministros Luís Roberto Barroso y Rosa Weber.)

Esta vez Fachin defendió que se obedeciera a la solicitud del Comité de Derechos Humanos de la ONU: mantener los derechos políticos de Lula hasta que su caso esté juzgado en todas las instancias, y no en la segunda, como se encuentra ahora. Para Fachin, al ser signatario del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, las leyes internas de Brasil deben contemplar la normativa internacional.

Por esto, en el fondo lo que se discutió ayer era si el país aceptaba la orientación de la ONU o si seguía la determinación de la Ficha Limpia sin observar sus excepciones. Vale recordar que la decisión de Naciones Unidas se daba en carácter temprario, es decir, hasta que el juicio de Lula estuviera en tramitación, la misma brecha permitida (pero no utilizada) por la Ficha Limpia.

Próximos pasos

Ahora, el PT tiene 10 días para oficializar un nuevo candidato, que, por la lógica presentada hasta acá por el partido, deberá ser Fernando Haddad, exalcalde de San Pablo. Manuela D'Ávila, del Partido Comunista de Brasil (único que compone la fórmula presidencial del PT este año), sería su vice.

El partido se pronunció minutos después de la decisión de la Corte Electoral, en un comunicado que afirma que seguirá apelando para que sea Lula el candidato.

El lunes, Haddad se reuniría con el expresidente y dirigentes del PT en Curitiba para zanjar la cuestión. Si sale candidato este mismo lunes, la agrupación tiene exactos 30 días para hacer crecer un plan B aún desconocido para buena parte de la población, ya que la propaganda electoral terminará el 4 de octubre. En el Nordeste, por ejemplo, en donde Lula alcanza sus más altos índices de popularidad, la gente llama Haddad de “Andrade”, aún sin decodificar el nombre que probablemente aparecerá en lugar del exmandatario en las urnas del 7 de octubre.

Sin embargo, una encuesta Data Poder difundida este jueves muestra que Haddad tiene potencial de llegar hasta el 34% de las intenciones de voto cuando el electorado es informado de que se trata del substituto de Lula.

Cuando el PT decida su nuevo postulante, volveremos acá para presentar el nuevo escenario, que vendrá con cambios para todos los otros candidatos en el tablero, incluyendo al segundo favorito, Jair Bolsonaro, del PSL (Partido Social Liberal, de extrema derecha). El excapitán del Ejército aparece con 25% de potencial de voto en la misma encuesta de hace dos días.

 



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