¿Con qué Peñarol se va a encontrar el próximo presidente?
Sabemos bien cuál es la realidad pero de cualquier manera vamos a hacer una auditoría de manera de mostrarle al socio cuál es la forma que tomamos el club. Son los dineros del socio y hay que mostrarle la forma en la que está el club. Hay que hacer un llamado a acreedores también. Lo mismo habría que hacer al abandonar para mostrarle al socio cómo uno tomó el club y cómo lo deja.
¿Cuál es el pasivo de Peñarol?
Está cerca de los 12 millones de dólares, sin contar el estadio. Es un pasivo importante pero hay que ver que el club factura bien, que se puede bajar sustancialmente los gastos y eso es lo que pensamos hacer. Recorrer un camino administrativo que le va a permitir al club ir por un sendero que le permita revertir esta situación.
¿Además de la auditoría que otra cosa es prioritaria si la gente te elige como presidente?
Las prioridades son elegir los mejores para cada cargo, definir la estrategia con los compañeros de Consejo Directivo y tener un gran proyecto deportivo del club.
Nosotros no usamos nombres ni siquiera los de nuestra lista porque puede haber alguien mejor en otras listas o en otro lugar. Elegiremos a los mejores para cada función. No importa dónde estén.
A nuestro proyecto deportivo queremos sumarle aportes de las otras listas. Una vez conformado definir la infraestructura, nuestro plantel, los métodos que queremos usar, los objetivos que tienen que estar acordes a la grandeza de la institución, el marco económico. Ahí vamos a buscar la gente que se adapte a Peñarol. Y ese proyecto deportivo va a trascender a todos, a técnicos, jugadores, dirigentes, no se puede caer un proyecto deportivo de un club por la salida de una persona, como cuando se echa a un técnico. Peñarol es muy grande para que dependa de una sola persona así que vamos a empezar a construir un club juntos, en armonía y unidad, tratando de sumar más que dividir.
Eso suena lindo pero el oficialismo también ha dicho lo mismo.
Lo ha dicho pero no lo aplicó. En ningún momento de los tres períodos lo hizo. Y eso que terminó teniendo ocho consejeros en 11. Entonces si no podés generar un clima de unidad teniendo ocho en 11 creo que la prueba ya está. Yo escuché una frase de Barrera que me pareció una cachetada al hincha. Dijo que estos nueve años habían sido de transición. ¿Una transición de nueve años? Causa hasta gracia. Tuvieron la posibilidad, la mayoría, las condiciones. Respeto muchísimo a todos los hinchas que comulgan con esa forma de conducción y que lo van a apoyar pero nosotros queremos otra cosa para Peñarol.
¿Es decir que el 2809 y Ruglio fueron los únicos opositores en este período?
Exacto. Primero se unieron al oficialismo Rachetti y Welker y luego Bettingo Sanguinetti. Pero lejos de polemizar con los compañeros, que creyeron que lo mejor era eso, lo que digo es que nosotros creemos que hay otro camino.
¿Y cuál es?
A mí el derrotismo de que el fútbol no es viable me preocupa. Esa resignación no la tenemos y sabemos que se puede transitar otro camino. No se tendrían que haber traído 180 jugadores, ni 20 técnicos en 10 años. Ningún técnico terminó su contrato, si lo hace Leo Ramos será el primero. No deberíamos haber ocupado lugares en la AUF pagando favores políticos, deberíamos haberlos ocupado con gente capacitada con una franja de edad adecuada, preparada, con tiempo para dedicarle al club, que sepa relacionarse políticamente y trabajar en equipo. Eso es posible. Se puede tener un club autosustentable, claro que sí, si a Peñarol le entraron 17 millones de dólares este año. ¿Cómo no se va a poder? Esa sensación de derrotismo que se le transmite a los socios condiciona la forma de ver el club que los socios tienen, si la gente te pregunta “¿es posible?”. Claro que es posible. Pero es parte de un plan decir “no es posible” para que la gente crea que la única alternativa es recurrir al financiamiento de los dirigentes prestamistas y a que esto escapa a nuestra voluntad.
Un día Ricardo Alarcón, siendo presidente de Nacional, me dijo que no pondría nunca un peso en el club. ¿Vos sentís que el presidente tiene que recurrir a su bolsillo si el equipo o el club lo necesita?
En ningún club del mundo quien está involucrado económicamente puede integrar un consejo directivo. Porque hay un claro conflicto de intereses. En un bolsillo tenés el dinero de tu familia y en el otro tenés el dinero del club del cual sos presidente. Ese es un conflicto de intereses que no se puede dar. Hoy quien toma las decisiones es la que presta el dinero, fija los intereses, las garantías y elige cómo cobra. Y eso ha llevado al club a tener cada vez un pasivo más grande, a pagar mayores intereses y a pesar de haber vendido por 25 millones de dólares en los últimos siete años. Sin contar a Rossi en los últimos 18 meses vendió por nueve millones y medio de dólares. Y a pesar de eso el presidente siguió prestándole dinero al club, hay cada vez más atrasos y están atrás de un fideicomiso. Es muy claro que el sistema no funciona.
¿Y qué pasa con la plata que se le debe a Damiani, según me dijeron el dinero ronda entre seis y ocho millones de dólares, si gana la 2809?
El club va a honrar su deuda como siempre. Aparte el presidente tiene garantías por lo que puso. No es que la 2809 o yo vamos a pagarle, lo hará el club como siempre lo ha hecho con todos. Además, proporcional a la facturación del club, es pagable. Mucho más a partir de todas las mejoras que se harán y el reordenamiento económico.
¿Sinceramente, Peñarol puede volver a ser el de la segunda mitad del siglo XX?
¿Peñarol no puede llegar a lo que fue Lanús, Vélez, Liga de Quito, Libertad de Paraguay? ¿Dónde está la diferencia? En presupuesto seguro que no. ¿En nombre, en historia, en arraigo, en popularidad? Peñarol es mucho más que cualquiera de esos clubes. Nuestro gran objetivo es hacer a Peñarol cada día más grande. ¿Cómo hacerlo? O tenemos un trabajo serio, coherente, planificado o conseguimos un jeque árabe que ponga 200 millones de dólares. Son los dos caminos que hay.
¿Qué se pone en juego en la elección?
Dos modelos de conducción. El modelo que nos trajo hasta acá, que ahora reconoce públicamente que hay que cambiar y que el club está en problemas. Que reconoce que no hay triunfos deportivos y que el presidente no tiene que poner plata. Que como gran logro en sus avisos muestra una app o cómo quedaría el Palacio luego de que ellos ganaran. Y un modelo de cambio que cuando irrumpió en la arena política de Peñarol en el 2008 fue tildado por el oficialismo como un movimiento que ponía palos en la rueda. ¿Qué decíamos, cuáles eran esos palos en la rueda? El presidente no puede poner plata, hay que estar equilibrado económicamente, debemos tener un proyecto deportivo y profesionalizar al club, hoy esos palos en la rueda son la agenda política de todos. Incluso del oficialismo. Esos dos modelos que se enfrentan están en manos del socio. De continuar o de cambiar para construir un club distinto.
¿Y cómo se administraría Peñarol bajo tu presidencia?
El dinero que se necesita está y está por vías formales. Debemos recorrer determinados caminos para acceder a dinero por vías formales. Y después tener equilibrio entre lo que entra y lo que gasta. Un político argentino dijo que gastar más de lo que entra no es de oficialismo ni de oposición sino de mala administración. Peñarol sistemáticamente ha gastado más de lo que entró. Tenemos que nivelar los ingresos y los egresos pero no solo por una cuestión económica sino también deportiva: con este modelo estás obligado a vender tus jugadores para mantener los jugadores que traes y no juegan. Peñarol no vende mal por falta de mercado, vende mal por necesidad. Vendió a Nahitan Nández antes de una doble fecha de Eliminatoria en la que fue titular con la selección, antes de un Mundial. Eso muestra el nivel de ahorque de Peñarol en la parte económica.
En la nota que le hice a Ruglio hace pocos días dijo algo muy similar. Detectan el mismo problema y critican las mismas cosas y vos hace un rato dijiste que habían sido la oposición ¿No hubiese sido inteligente juntarse?
Lo que dijimos en 2008, esos palos en la rueda, son la agenda política de todos. Hubiese sido más lógico que quienes piensan como nosotros se acercaran. Pero hay una diferencia muy clara con Ruglio que es en la parte económica. Nosotros queremos una auditoría, votamos en contra de los balances y él no solo no lo hizo sino que trabajó junto a Barrera llamando a los asambleístas para que lo aprobaran. Es una concepción distinta. Para que el club no le pida dinero al presidente tenés que tener otros balances y él no está dispuesto a que eso sea así. Ahí hay una incongruencia de su parte. Entonces, si no tenemos esa concepción trataremos de encontrar caminos post elección pero antes nuestro programa de gobierno tiene pautas económicas que él no acompaña.
La lista oficialista tiene su eslogan “El cambio seguro”. ¿El Peñarol de Barrera sería igual al de Damiani o le encontrás diferencias?
Si son todos los mismos. Barrera, Catino, Errico, Perrone, Julio Luis Sangunietti, son todos los mismos. Sería tonto pensar que quienes nos trajeron hasta acá y durante 10 años estuvieron al frente del club puedan solucionar esto. Porque proponen un código de ética ¿y por qué no lo aprobaron en estos nueve años? Nosotros llevamos un código de ética en 2010 y no lo votaron. Si lo hubieran hecho de repente el presidente hubiera tenido problemas porque le filtró un acta a un medio de prensa. Esos son problemas graves que afectan, tanto que les preocupa barrer para adentro. ¿Filtrarle un acta a un medio de prensa es barrer para adentro? Ese código lo podríamos haber votado el martes pasado tal vez, sin embargo teniendo la mayoría no lo hicieron. Son cosas que llaman la atención. Quieren un vocero pero para eso tiene que estar unificado el Consejo Directivo. Hablan de contraposición de intereses y el presidente es acreedor del club. ¿Hay una contraposición de intereses más grande que esa? Ahí se muestra muestra a las clara que quienes nos trajeron hasta acá no son los mejores para sacarnos de esta situación.
Ustedes aunque en minoría fueron parte del Consejo. ¿Qué hicieron?
Nosotros tenemos un fuerte que los demás no tienen. Perdimos tres elecciones y al otro día estábamos trabajando para el club. Sin chantaje electoral, sin condicionar una solución para el club si ganábamos la elección, nunca nos guardamos una idea. En diciembre presentamos una batería de medidas que era de plataforma electoral. Las presentamos para el club porque estaba mal económicamente.
En junio mientras volaban las piedras Isacc Alfie propuso un plan a 12 años para salir de este círculo vicioso que tiene Peñarol en lo económico.
Le contamos a los socios por qué no apoyábamos los balances, no porque diera ganancia o pérdida sino porque no reflejan la realidad económica del club. Un balance que dice que en los últimos seis años Peñarol dio ocho millones 400 mil dólares de ganancia y por otro lado el presidente presta, presta, presta y siguen los atrasos. Hay está la incongruencia que no acompañamos.
A vos te plantearon que te hicieras cargo de la Comisión de Seguridad y no quisiste.
Por supuesto porque no es mi expertise, fue una chicana política y por suerte no acepté porque alguien tiene que tener un poco de cabeza para tomar decisiones. Esos golpes de timón que son característicos de esta conducción no le hacen bien al club. Yo me opuse fuertemente a la Comisión anterior y acerté. Iba por mal camino y ahora tenemos una excelente Comisión de Seguridad. Fue un tema que salió de la política del club y empezó a recorrer un camino que es el que tiene que recorrer. Aparte los socios me votaron para hacer lo que yo sé hacer. Si me hubiesen ofrecido ser el contador del club también le hubiese dicho que no, si me hubiesen oferecido manejar el área legal lo mismo. Los todólogos no funcionan, capaz que como varios integrantes del oficialismo lo son se piensan que sí. Pero no funcionan.