Desde el fin de semana numerosos usuarios de esta popular mensajería dan cuenta de interrupciones en las comunicaciones.
Según el Open Observatory of Network Interference, una oenegé internacional especializada en detectar la censura, China comenzó a bloquear WhatsApp desde el domingo.
El martes por la mañana se podía sin embargo utilizar la aplicación de mensajería para enviar mensajes de texto o iniciar conversaciones telefónicas o de video. No obstante el envío de mensajes vocales o de fotos era imposible.
La empresa, contactada en California por la AFP, no quiso hacer comentarios.
"Tiene todas las características de un bloqueo preventivo antes del Congreso", ya que las autoridades endurecen la vigilancia de las comunicaciones y de internet antes de un evento político considerado sensible, explicó a la AFP Jason Ng, investigador de la Universidad de Toronto y experto de temas de censura en China.
El 19º Congreso del Partido Comunista, que se convoca cada cinco años, se celebra a partir del 18 de octubre. Se espera que el presidente Xi Jinping permanezca en el cargo y gran parte del equipo dirigente sea remodelado.
En internet, la censura se intensifica. Millones de contenidos considerados "pornográficos" o ilícitos fueron suprimidos desde agosto y los gigantes chinos de internet fueron multados el lunes por no haber censurado lo suficiente a sus usuarios.
'Censura draconiana'
Además de la censura drástica de las autoridades el acceso a internet en China está bloqueado con una "Gran Muralla digital" que impide el acceso desde el país a las redes sociales Facebook y Twitter, YouTube, el motor de búsqueda Google así como numerosos medios occidentales.
Hasta ahora el sistema de mensajería WhatsApp no fue totalmente prohibido. Pero su sistema de cifrado, que complica la vigilancia exterior, podría explicar la rigidez de las autoridades chinas en su contra.
Es una de las principales diferencias con la mensajería por teléfono WeChat, de lejos más popular en China con centenares de millones de usuarios.
WeChat, operado por el gigante chino de internet Tencent, se somete a las exigencias de la censura. Este mes enmendó además sus condiciones de utilización advirtiendo que "conservaría y comunicaría" los datos de sus usuarios "en conformidad con las leyes y reglamentación en vigor".
"A medida que se acerca la fecha del Congreso, el gobierno va a imponer una censura aún más draconiana. Todos saben que WeChat no ofrece ninguna seguridad", declaró a la AFP Hu Jia, militante de derechos humanos establecido en Pekín.
Numerosos disidentes utilizan WhatsApp, que se considera más seguro, para comunicar. Pero como estuvo casi "inaccesible los últimos días, suspendimos nuestra conversaciones", insistió Hu.
Pero el reciente bloqueo de WhatsApp afecta también a los empresarios establecidos en China.
"Gmail, Facebook, Viber ya estaban bloqueados, ¿ahora WhatsApp? Sin buenas herramientas de mensajería se va a reducir la eficacia de nuestro comercio internacional", lamentó un bloguero en la plataforma de microblog china Weibo.
Al mismo tiempo, la presión actual tiene el objetivo de alentar la autocensura y la administración china de internet advirtió en septiembre que los administradores de grupos de discusión en WeChat serían responsables penalmente de todos los contenidos.
Algo que infunde miedo y alienta la vigilancia mutua, que se traduce por el cierre de foros de discusión por sus administradores para evitar una sanción.
Este último endurecimiento reglamentario interviene tras la adopción en junio de una ley sobre ciberseguridad. El texto impone a las compañías almacenar los datos de sus usuarios en territorio chino, disposición que inquieta a las cámaras de comercio occidentales.
Para poder operar en China, algunos grupos extranjeros del sector de la tecnología, aceptan adaptarse a las exigencias de Pekín. Apple eliminó así en junio de su "App store" chino las aplicaciones de VPN que permiten evitar el bloqueo de internet en China.
AFP