El decreto promulgado el 2 de mayo establece que “todo trabajador que desempeñe tareas utilizando como medio de transporte una motocicleta o cualquier otro vehículo bi-rodado impulsado por motor deberá haber aprobado el curso de capacitación específico y contar con certificado de formación profesional expedido por la autoridad competente o entidad habilitada al efecto”.
Pasará a entrar en vigencia desde el 1° de enero de 2018, en principio, para los repartidores de alimentos y productos farmacéuticos.
El director general del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), Eduardo Pereyra, dijo a 180 que los cursos tienen a la seguridad vial y la formalidad laboral como ejes principales; y consisten en tres jornadas de capacitación de cuatro horas cada una.
Estas jornadas se dividen en dos instancias: una teórica (en la que se habla de normativas viales y seguridad, además de sobre seguridad social y formalidad) y otra práctica (centrada en temas de tránsito como instrucciones de manejo).
La primera edición del curso ya finalizó, y participaron 80 trabajadores. Los primeros graduados recibirán su certificado de aprobación el 31 de mayo en la Torre Ejecutiva. Esta primera experiencia sirvió como piloto para probar la metodología y según dijo Pereyra, la aprobación fue buena y ya hay más repartidores registrados para la segunda generación del curso.
Los cursos se brindarán en locales alquilados por Inefop según la demanda local y son gratuitos. En principio, se podrá asistir en Montevideo, Maldonado y Salto, y está dirigido a mayores de 18 años con libreta de conducir vigente.
Pereyra también contó que para estimular la presencia de trabajadores de reparto en bi-rodados, se les brindará un casco, un chaleco y un kit de herramientas a cada uno, y se sortearán algunas motos entre todos.
El jerarca de Inefop también se refirió a la informalidad del sector, reconociendo que existen niveles altos en esta actividad. “El sector es formal pero la actividad muchas veces es informal. Los comercios contratan estos servicios por determinadas horas, y muchas veces son personas que o tienen otras actividades o lo usan como forma de alternativa de obtener recursos adicionales”, explicó.
Añadió que la informalidad de los repartidores también es vista desde las empresas como una forma de competencia desleal, porque algunos comercios tienen a los trabajadores registrados en el Banco de Previsión Social y otros no, generando costos diferenciados.
Para inscribirse a los cursos, se puede ingresar a este link en el sitio de Inefop.