La victoria soñada: A Brasil, de atrás y en la hora

Uruguay venció a Brasil por 2 a 1 en el Sudamericano Sub 20. Los de Coito perdían pero lo revirtieron con goles de Amaral y Viña para tomar la punta y quedar muy cerca del Mundial.

Actualizado: 02 de febrero de 2017 —  Por: Diego Muñoz

Pocas cosas disfrutan más los uruguayos que arruinarle la vida a las grandes potencias futbolísticas. Si alguien alguna vez dijo: "A ese país diminuto, dale el fútbol para que sufra y goce como no lo hará con ninguna otra cosa del mundo", se puede dar por cumplido.

Sea en mayores o en juveniles. Sea en un Sudamericano, un Mundial o cualquier torneo. La felicidad que provoca derrotar a un seleccionado como Brasil y de la forma en la que se consiguió es la mejor demostración de lo que el fútbol provoca en Uruguay.

Los pibes corren bajo la lluvia, Coito aplaude al costado del campo, el resto del cuerpo técnico se junta y desborda de alegría. Dos minutos atrás Matías Viña la bajó en la entrada del área como si fuera Luis Suárez y se aprovechó de la mala salida del arquero brasileño para poner el gol del triunfo en la hora.

La segunda victoria en el hexagonal final, la primera había sido 3-0 sobre Argentina, deja a Uruguay en inmejorable posición para clasificar al Mundial y para ilusionarse con el título del Sudamericano.

La competitividad que está en los genes del fútbol uruguayo y el salto de calidad que le dio Tabárez con su Proyecto de Selecciones Nacionales hacen de la Celeste un equipo capaz de doblegar a rivales más poderosos. De nuevo, Uruguay le dio a la gente una alegría de esas que se recuerdan por un buen tiempo.

La Celeste demostró carácter, personalidad, inteligencia. Fue paciente y capaz de aprovechar los momentos favorables dentro del juego. Después de pasarla mal en buena parte del primer tiempo y de estar en desventaja, Guilherme Arana abrió la cuenta a los 22, encontró el empate con otro golazo de Rodrigo Amaral y desde ese momento mandó en el campo.

Justo cuando se cumplía el cuarto de hora del segundo tiempo, el volante de Nacional demostró una vez más todo su talento con un disparo que se metió abajo contra el palo izquierdo.

El gol le vino de maravillas a Uruguay, que se agrupó bien atrás, se afianzó en el medio y se soltó adelante.

Por más que mantuvo su intención de atacar, Brasil quedó perturbado por el empate y el shock fue mayor aún cuando minutos más tarde Cunha se fue expulsado por derribar a Schiappacasse.

Amaral y Nicolás De La Cruz se encontraron y lastimaron, José Luis Rodríguez se soltó por la derecha, Bentancur aportó claridad desde el medio. Los de Coito estuvieron varias veces cerca del segundo gol pero estuvieron errático en el área rival.

En el último minuto Lyanco vio la roja y Brasil quedó con nueve futbolistas. Entonces todos fueron arriba. Coito intuyó que valía la pena, los pibes se animaron. El centro enviado por De La Cruz fue devuelto hacia el medio pero la pelota volvió hacia el borde del área, ahí donde Viña la paró como Suárez. Y desató la locura.