"Estamos pidiéndole al presidente de la República (...) que ampare a toda la ciudadanía en esta materia y que se puedan hacer análisis clínicos gratis" para detectar si hay presencia del herbicida en humanos en el país, explicó Aviaga.
Se trata de "dar los indicadores del estado de salud de la gente" e "instrumentos de diagnóstico para los médicos que están trabajando sobre todo en las zonas de más uso de este herbicida" en el país, agregó.
La senadora del Partido Nacional informó que la petición será enviada directamente al mandatario. Uruguay carece de este tipo de estudios a pesar del extendido uso de glifosato dentro de los paquetes tecnológicos asociados al cultivo de transgénicos.
Aviaga explicó que la iniciativa apunta a que los exámenes sean posibles y gratuitos, sin necesidad de que se hagan obligatorios, y planteó el asunto como una cuestión de derechos humanos además de sanitaria.
Insistió en pedir medidas "preventivas" en vista de algunos diagnósticos clínicos realizados en el país y multas aplicadas a agricultores por fumigaciones que afectaron a la población.
"No necesitamos, ni debemos esperar 20 años más para probar la afectación en la salud de nuestra gente", expresó la legisladora, en medio de varias denuncias de habitantes de zonas donde se realizan fumigaciones sobre cultivos.
Si está permitida "la importación a demanda, que se instrumenten" precauciones, exigió.
"Hay un gran descontrol en el país en la materia", sostuvo Aviaga, quien recientemente presentó un proyecto de ley para prohibir el uso de este pesticida en espacios públicos comunes, como plazas en las que podrían jugar niños por ejemplo.
La legisladora sotuvo que el petitorio que fue lanzado en todo el país para recoger apoyo de los uruguayos, será presentado al presidente Vázquez el 16 de noviembre, Día de la Tolerancia.
Un tema nuevo y explosivo
Desde el ingreso de cultivos transgénicos al país se modificó el modelo de producción, que ahora se encuentra asociado al uso de químicos que permiten, por ejemplo, eliminar malezas que compiten con los cultivos productivos. Esos cultivos fueron genéticamente modificados para resistir a los agrotóxicos que se aplican.
Según cifras oficiales, en 2002, Uruguay importaba 2,3 millones de kg/l (incluye el producto líquido y sólido) de glifosato. La cifra trepó a 12,86 millones de kg/l del químico en 2015, un incremento de más de 500%.
En Uruguay, explicó Aviaga, "no hay una ley nacional de plaguicidas".
El glifosato fue creado por la estadounidense Monsanto, pero es producido por múltiples empresas. Monsanto fue adquirida el miércoles por la alemana Bayer, conocida por sus productos para el cuidado de la salud.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) califican al glifosato como cancerígeno "probable para el hombre".
(Con base en AFP)