El centro regional de la Universidad Tecnológica (UTEC) en Fray bentos, que se inauguró a fines de agosto, cuenta con tecnología de punta que solo existe en las mejores universidades del mundo. José Mujica dijo que la realidad lo superó cuando lo vio por primera vez. Su idea inicial de más autonomía para la UTU terminó en esta primera sede física de la UTEC, que se llamó Instituto Técnico Regional (ITR).
La idea de Mujica se transformó en un largo proceso que contó con el trabajo y aporte de la sociedad civil, las empresas de la zona y del ámbito político.
Del sondeo privado al campus de estudio
En 2010 una universidad privada hizo un sondeo en Río Negro para ver qué necesidades de cursos había. Entonces la intendencia convocó a una reunión con actores locales en la Junta Departamental para analizar el tema.
La conclusión en ese momento fue que no había un estudio que pudiera dar respuesta al planteo y se formó una comisión local de la sociedad civil para ver qué tipo de carreras se necesitaban. Así nació la comisión Pro universidad en Fray Bentos.
Los años pasaron y la universidad privada se retiró porque no hubo resultados. Pero la comisión siguió trabajando y se alió a la Universidad de la República (UdelaR) que tiene un centro en Paysandú. A partir de ese momento empezaron con entrevistas a estudiantes de bachillerato y UTU, docentes de liceos y del Instituto de Formación Docente, y empresas privadas y estatales.
El resultado de este trabajo se le presentó a Gregory Randall, presidente de la comisión coordinadora de la UdelaR en el interior, con la idea de construir un programa de enseñanza terciaria en la zona.
El presidente de la comisión Pro Universidad, Sergio Acland, contó que en ese momento justo la UTEC estaba analizando instalarse allí.
“La UTEC hizo sus estudios y nosotros le ofrecimos el material que teníamos. Después vinieron los tres consejeros, recuerdo que con (Rodolfo) Silveira conectamos enseguida porque pensamos que esto debía tener mucho de enseñanza a distancia por videoconferencia. Coincidimos muchísimo y, por ejemplo, las carreras que tiene la UTEC en Fray Bentos son las que nosotros dijimos, exactamente las mismas, que surgían de la información que vimos y conocemos de la región”, explicó Acland.
Para la comisión Pro universidad UTEC es una parte de la llegada de estudios terciarios a la zona. De hecho en el barrio Anglo, donde está el ex frigorífico, además del ITR está el campo regional de UTU y la casa de la UdelaR.
La comisión quiere que esa zona sea un campus de estudio para que los tres institutos –y otros que no tiene por qué ser universitarios como el INEFOP– compartan estructura y proyectos.
La comisión está integrada por actores locales, incluso, dirigentes de los partidos políticos. Pero en este trabajo se dejaron de lado los intereses partidarios, algo que para Acland fue clave en el éxito del proyecto. “Hay políticos remarcados, tanto como que uno de los integrantes fue candidato a intendente del partido de oposición y nunca hubo mezquindad por temas políticos. Prácticamente, en todos los casos es por una causa universitaria, de haber vivido el desarraigo, de haberse tenido que ir a estudiar y el motor de todo es que haya universidad en la zona”, sostuvo.
Los millones y las razones de UPM
La empresa UPM aportó 4.000.000 de dólares a través de un régimen de cooperación mutua. El gerente de comunicación, Matías Martínez y uno de los gerentes de producción explicaron que además del dinero, también hay profesores de la empresa en la UTEC.
Esos docentes comentan que están recibiendo alumnos de Parque del Plata, Piriápolis, Montevideo, Mercedes y están sorprendidos.
“La empresa aportó para la construcción del edificio y en ese marco de cooperación se acuerdan también pasantías a futuro, proyectos de investigación entre la UTEC y la planta, y el trabajo de los docentes que están dando clases en la UTEC, la UTU y también en los liceos de la zona”, explicó Martínez.
UPM tienen cuatro plantas en el mundo. Una en Fray Bentos y tres en Finlandia.
El gerente de producción de la planta uruguaya fue a Finlandia cuatro meses a capacitarse con 25 ingenieros más previo al inicio de actividades de UPM. Estuvo un mes en un hotel, sin salir, solo estudiando el teórico. Luego pasó tres meses yendo a las plantas finlandesas.
En su regreso a Uruguay tuvo que capacitar a la gente que iba a ingresar en la planta de Fray Bentos, que tiene la mayor capacidad de producción porque es la más nueva. Las otras tres tienen casi 50 o 60 años, se han actualizado, pero su capacidad es menor.
Al principio les era difícil encontrar gente de la zona con formación terciaria básica, media o avanzada. En ese momento tomaron una mayoría de gente que tenía el liceo terminado y también algún ingeniero casi recibido.
Pero esto va a cambiar con la llegada de la UTEC. “Históricamente ha sido un proceso de mucho desafío el identificar capacidades formadas en el lugar. Para eso se hizo llamados a jóvenes talentos, que acababan de terminar el liceo y la UTU, donde se los capacitaba en matemáticas, sistemas, física y química durante un año para después poder ser operadores en la fábrica. Pero esto trasciende a UPM. Todos los jóvenes que se capaciten en la UTEC podrán ser parte de cualquier industria en Uruguay, no solo forestal, sino también del proceso agroindustrial en el largo plazo”, explicó Martínez.
Llegaron los chinos
El 50% de la celulosa que produce UPM va a Asia. Quizá por eso no es casual que el otro gran aporte que recibió la regional de UTEC en Fray Bentos venga de china.
El gobierno de China puso 3.500.000 de dólares y la mayor parte de la donación es en equipos. El apoyo fue conseguido por Mujica y después se concretó con el trabajo del consejo directivo de UTEC.
Pablo Chilibroste, uno de los directores de la UTEC, explicó que la colaboración de los chinos responde a razones estratégicas de desarrollo.
“Tiene una respuesta más bien de tipo político, pero también porque a China le gustó el modelo de expansión de la educación terciaria universitaria, los problemas de centralismo en países grandes como China también existen. La UTEC es enseñanza tecnológica comprometida con el desarrollo económico y social. Creo que hay un interés en ver cómo evoluciona este proyecto, qué tipo de producto genera, cómo se arma esa red entre sector público y privado, sector productivo y formación de capital humano. Eso también influyó”, dijo.