"Por esas razones, anulé la sesión realizada los días 15, 16 y 17 (de abril) y determiné que se realice una nueva sesión para deliberar sobre la materia", señaló el diputado en un texto distribuido por la presidencia de la cámara al que accedió AFP.
En una decisión explosiva tomada a 48 horas de que el Senado votase si instala el juicio de destitución contra Rousseff -y todo indicaba que daría luz verde al proceso que suspenderá a la mandataria de su cargo-, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa.
"Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución", dijo en su escrito.
Estaba previsto que el pleno de 81 senadores votase este miércoles si acepta o rechaza la recomendación de una comisión especial del Senado que aprobó la destitución hace tres días por holgada mayoría, pero ahora se desconoce qué sucederá.
Maranhao asumió interinamente la jefatura de la cámara baja la semana pasada, cuando reemplazó a Eduardo Cunha, enemigo político de la mandataria y cerebro detrás del juicio político de Rousseff. En una medida inusitada, Cunha fue suspendido de su mandato por la corte suprema por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Rousseff es acusada de manipular las cuentas públicas y quedó a las puertas de ser separada de su cargo por hasta 180 días, mientras el Senado tramita su juicio y decide si es culpable, lo que terminaría anticipadamente su mandato, previsto hasta 2018.
La presidenta se enteró de la noticia este lunes durante un acto público, pero dijo que aún no tenía la información oficial. "Desconozco sus consecuencias. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mañas y artimañas", afirmó antes de lanzarse a saludar a los efusivos asistentes que gritaban "¡No al golpe!".
"Precisamos defender la democracia, luchar contra el golpe, luchar contra todo ese proceso extremadamente irregular", añadió Rousseff.
Si Rousseff es suspendida esta semana, el vicepresidente Michel Temer, un exaliado del gobierno que se ha convertido en su principal enemigo, asumirá la jefatura de Estado de forma interina. Y si Rousseff es finalmente juzgada culpable, Temer, del partido de centroderecha PMDB, quedará al frente del país hasta 2018.
AFP