“Los chicos se quemaron por adentro”

En la fiesta electrónica de Buenos Aires donde murieron cinco jóvenes, uno de ellos uruguayo, "el negocio era el agua". "No había canillas" y una empresa vendía botellas a un precio cinco veces superior al de los comercios, dijo a No toquen nada el periodista judicial argentino especializado en drogas, Emilio Ruchansky.

Actualizado: 20 de abril de 2016 —  Por: Redacción 180

“Los chicos se quemaron por adentro”

Juan Mabromata / AFP

El martes fue detenido Adrián Conci, organizador de la fiesta Time Warp, realizada el sábado en el Costa Salguero de Buenos Aires, en la que murieron cinco jóvenes. Además hay otros cuatro que se encuentran internados en estado grave.

"Los chicos se quemaron por adentro, tuvieron una fiebre a nivel central, una fiebre en el comando del cerebro", explicó Ruchansky.

Las pastillas 'Superman' que consumieron "levantan al temperatura corporal y si vos estás bailando eso se acelera". "Si no tenés hidratación y oxígeno eso es mortal", aseguró.

Los jóvenes internados "tienen fallas renales y hepáticas". "Están vivos de casualidad", expresó.

El periodista señaló que las víctimas "llegaron en coma" a los hospitales. "No los atendieron adentro, los dejaron tirados", señaló.

"Si vos te dormís en un boliche viene un gordo con la remerita de prevención y te dice 'te quedás o te vas'. Acá no pasó, acá no había la cantidad de gente de prevención como para mirar estas situaciones", dijo.

El negocio del agua

En la fiesta había alrededor de 10.000 personas a las tres de la mañana. "Las muertes empiezan a las cinco de la mañana del sábado, coincidente con la hora en que se acaba el agua", explicó.

En el predio "no había canillas para los chicos, salvo para los del VIP". Además había baños químicos y "por obligación" se instalaron dos puntos de hidratación.

"Dos puntos para 10.000 personas. Tenían que hacer una hora de cola para tomar agua. Es escandoloso: para una fiesta de esa dimensión dos puntos de agua no es nada. Además comprobaron que los bidones estaban vacíos desde las cuatro y media de la mañana", señaló Ruchansky.

"La pastilla circuló pero nadie fabrica cinco o diez pastillas. Tenemos 10 pibes que salen en coma, más otros que salieron mareados, ponele que sean 15 o 20 en total. Nadie fabrica 20 pastillas y ahí no se vendieron 20 pastillas de Superman. Era una recontra fiesta; si hubiera sido solamente la pastilla hubiera sido una catástrofe, estaríamos hablando de 200 o 300 muertos", explicó.

"Una empresa era encargada del agua y del Speed. El negocio era el agua: es agua de canilla, que tomás en tu casa, pero a 40 pesos en una botellita que solamente se vende en esa fiesta. Evidentemente es un negocio porque hay mucho consumo de sustancias sintéticas, estimulantes", señaló.

"Si sabés un poco de drogas sabés que no te podés quedar mucho rato más si no tenés agua, te están cagando la fiesta", expresó Ruchansky.

Droga como choripán

El fiscal Federico Delgado que investiga la trágica fiesta electrónica dijo que el hecho fue tan "grave que tiene semejanzas" con la tragedia de Cromañón, en la que el 30 de diciembre de 2004 murieron 194 jóvenes durante un concierto de la banda de rock Callejeros por un incendio en un lugar sobrevendido y sin medidas de seguridad.

En la fiesta del sábado "había hacinamiento y poca ventilación", dijo Delgado.

"Hubo una especie de regulación de la necesidad de hidratarse de la gente" porque "a medida que el agua era más necesaria empezó a aumentar el precio" de las botellas, que en la calle cuestan 15 pesos argentinos (1 dólar) y en la fiesta se adquirían a 80 (5,3 dólares). Otros testimonios revelaron que cortaron el agua de los baños para promover la venta del líquido.

Delgado aseguró que "las pastillas eran casi como comprar un choripán en la cancha".