Juan Justino Da Rosa, integrante de la comisión directiva provisoria del Varela, dijo a No toquen nada que el objetivo es mantener la matrícula.
El 30 de diciembre la directiva anunció el envío al seguro de paro de todos sus funcionarios y en enero la institución estuvo a punto de cerrar. Pero los padres y los ex alumnos se movilizaron para impedirlo y la directiva renunció.
“El momento concreto de confirmar la inscripción o de pedir el pase empieza a partir de este lunes. Es el comienzo del tiempo real de verificar cuántos alumnos vamos a tener en el comienzo de clases”, señaló Da Rosa, que fue responsable de las actividades extracurriculares del centro durante 30 años.
El ex funcionario dijo que la expectativa es llegar a los 1.000 alumnos. En función de las inscripciones se podrá plantear cuántos docentes se necesitan.
“En diciembre la cifra ideal era la que ya teníamos, cosa que sabemos que no va a ocurrir, por lo menos en este primer tramo del primer año del nuevo colegio. Estamos apostando a que sea un conglomerado de alumnos suficientemente grande que traspase el millar”, explicó.
Da Rosa sostuvo que después será necesario analizar cuáles fueron los errores de gestión, pero en estos primeros días lo esencial es que no se vayan los alumnos.
“La urgencia es demostrar que las clases siguen dándose y los profesores siguen en sus puestos de trabajo y el modelo educativo sigue funcionando como los padres querían que funcionara”, afirmó.
El directivo del Varela definió este momento como una "segunda batalla": "la primera fue tener colegio, ahora que tenemos colegio, tenemos que tener alumnos".