A finales de los años noventa surgía Buceo Invisible como una excusa de un grupo de amigos con distintos intereses artísticos para hacer “algo juntos”. Músicos, poetas, pintores... varias disciplinas reunidas en torno a lo que no sería una banda de rock clásica. Un “colectivo” que hacía “muestras” y no conciertos.
“Queríamos hacer algo juntos e inventamos Buceo Invisible para eso”, recordó Marcos Barcellos, uno de los poetas integrantes de Buceo Invisible (el otro es Santiago, su hermano).
Diego Presa es la voz y autor de muchos de los temas de la banda que se completa con Fabián Cota (guitarras), Antonio de la Peña (batería y percusión), Andrés Fernández (guitarras), Jorge Rodríguez Rearden (viola, bajo, guitarras, voz) y Guillermo “Willy” Wood (bajo y guitarras).
Diecisiete años más tarde de aquel inicio, con algunos cambios en su integración, el colectivo llega a su cuarto disco, El pan de los locos, que se presenta este sábado 5 en Tractatus, Rambla 25 de Agosto e Ituzaingó. En realidad no es la presentación oficial, que preparan para abril de 2016, sino una nueva oportunidad de ver a la banda con su nuevo material. La primera fue un show para amigos y prensa en los estudios de Sondor, donde grabaron el material.
Marcos recordó que algunos de los componentes del grupo se conocen desde la escuela, en el barrio Buceo de Montevideo. Entre ellos comenzaron una “búsqueda más subterránea” para “explorar territorios no tan conocidos o formateados” en el rock nacional. Por eso “invisible”.
Querían seguir juntos pero zafar de la manera en la que veían que los grupos envejecían en Montevideo. “El destino era el parrillero y La Hora de los Deportes los domingos. Como destino era muy triste. Entonces hace 17 años que nos juntamos todos los domingos de noche. De repente un día escuchamos música, otro vemos una película, comentamos un libro, hablamos de fútbol, a veces se transforman en algo más operativos por un toque o un video”, contó Marcos.
En esas juntadas, en las que no faltan los asados pese a la humorada de Marcos, y muchos ensayos fue tomando forma El pan de los locos. En el camino artístico la música y la poesía fueron ganando terreno sobre las otras expresiones y hoy sienten que el sonido de la banda ha madurado. Por eso decidieron que el disco se grabara casi en vivo, sin muchos retoques de postproducción, en Sondor.
“El lanzamiento buscó reproducir las condiciones de cómo se grabó. Creo que este disco tiene un sonido más de banda que se ha ido logrando en los distintos trabajos de Buceo. Es más orgánico, más directo. A los discos los pensamos más como una obra que como una colección de temas y en este se redondeó más eso”, dijo Marcos.
Guillermo “Willy” Wood agregó que “una cosa que estuvo clara desde el principio es que se iba a grabar en vivo en Sondor y tratando de retocar la menor cantidad de cosas posible. Es capturar una cosa viva. Además, pasaron unos cuantos años con el disco anterior y entonces tanto las composiciones de Diego como los arreglos del resto son de personas claramente distintas”, afirmó.
Las 11 canciones del disco pasan por muchos climas e incorporan desde canciones con un formato más clásico, a temas instrumentales y recitados. Un alimento a la locura creativa, por eso El pan de los locos, aunque a Buceo Invisible no le gustan las lecturas unívocas.
“Hubo una historia que nos contaron que terminaba con el pan de la locura. Y subimos la escalera y Diego me dijo 'qué lindo título de canción'. Y después lo propuso para el disco. Me parece que tiene una pata en eso de la multiplicidad de lecturas. A mí me gusta personalmente porque dice muchas cosas, tiene fuerza”, definió Guillermo.
Este sábado en Tractacus se presentará este material, junto a temas anteriores. Y las canciones terminarán de completarse en ese afán de Buceo Invisible y quizás de todos los que se suben a un escenario: que el público complete el sentido.
Ahora Marcos completa la invitación: “En los discos de Buceo hay pocas canciones contadas como historias, no prevalece la narrativa. Prevalecen más las imágenes, vos mismo vas como armándote la historia. Esa es la propuesta. La idea es que vos armes la historia, que puedas finalizar los textos con lo que vos traés. La poesía apunta a la multiplicidad de sentidos. No a la explicación de 'esto' quiere decir 'esto'. El otro completa la historia”.