Miguel Ángel Dobrich

Cuando no se pone lo que hay que poner…

Push, una peli cool con Splenda.

Actualizado: 08 de agosto de 2009 —  Por: Miguel Ángel Dobrich

Chris Evans (Los 4 Fantásticos), Dakota Fanning (I am Sam), Djimon Hounsou (Diamante de Sangre) y Camilla Belle (10000 A.C.) componen dos facciones de personajes con superpoderes: la gubernamental-malvada y la improvisada-“del palo”.

Cual maestra moldeada por la imaginación de Stan Lee, Push divide a sus mutantes -jamás designados como mutantes- en 10 categorías: los Movers (telequinéticos), los Pushers (psíquicos), los Watchers (ven el futuro), los Bleeders (pueden emitir vibraciones sónicas al mejor estilo Banshee), los Sniffers (rastreadores de personas), los Readers (parecidos a los sniffers, salvo que ellos tienen que tocar objetos para rastrear), los Shifters (manipulan los objetos para que parezcan otros por períodos cortos), los Wipers (borradores de memoria), los Shadows (bloquean a sus pares para que no sean ubicables) y, por último -mis sinceras disculpas, por el bodrio enumerativo-, los Stitches (los sanadores)

Como queda en evidencia, el director Paul McGuigan (Gangster Nº1, El Departamento) se nutre de la mitología de los X-Men para narrar una entreverada batalla entre el bien y el mal.

El espectador se enfrenta al cíclico y heroico desafío de personajes que no están aptos para combatir a su enemigo. Nick Gant (Evans) y Cassie Colmes (Fanning) no sólo no dominan sus habilidades especiales, sino que, según las lecturas de la pequeña Watcher, parecen destinados a morir en su intento por sabotear a la agencia que experimenta con los mutantes que no son llamados mutantes.

Pasémoslo en limpio. El director del film tiene buenas credenciales; el casting es adecuado, y el background hongkonés es más que atractivo (además de ser hiperfuncional para el mercado al que apunta el largometraje: los lectores de cómics y productos audiovisuales fantásticos). Entonces, ¿por qué Push ha dejado a tantos espectadores con sabor a poco?

Previo a responder, vale aclarar que la reiteración temática y formal no tiene porqué dañar un relato; ejemplos sobran. En cambio lo que sí deshidrata a la película es la especulación. Push se juega a la trilogía y condena a su primera entrega a la incompletitud, ya que las secuelas dependen de las recaudaciones. El largo escatima, introduce pero no la “pudre”, no resuelve. Y, para picaditas fílmicas, ya tenemos con las últimas cuatro de Harry Potter.

Push ** 1/2

Aventura fantástica + Acción. Canadá-Reino Unido-EE.UU. 111’



Las opiniones vertidas en las columnas son responsabilidad de los autores y no reflejan necesariamente posiciones del Portal 180.