Sabido es que no es bueno estereotipar pero hay caras que definen nacionalidad y no hay vuelta. Por eso nos abocamos a una ardua investigación antropológica (?) y logramos encontrar varios ejemplos del fenotipo masculino oriental. De ellos sacamos tres claves para describir el fenómeno.
1· Tener bigote
Todo oriental orgulloso de la tierra en que nació debe portar un frondoso bigote que acredite su nacionalidad más allá de lo que diga la cédula.
En la foto de arriba: ejemplar de Jaime Roos perteneciente a la subespecie uruguaya peludo-pelado de bigotes.
Sabido es que el bigote uruguayo (mostachunis uruguayensis) tiene una estructura capilar adaptada a los pocos movimientos labiales dado lo callado que es el uruguayo.
Estuvo a punto de la extinción definitiva a fines del siglo XX y comienzos del siglo XXI pero gracias a la comunidad hipster uruguaya, se ha logrado criar nuevas especies en cautiverio.
Gracias a una compleja red de cavidades, el bigote genera una gran caja acústica para gritos como “gol”, “qué cobrás”, “boletos”, “tré!” y el principal agente comunicador de la especie: “bo!”.
También es un filtro natural para cualquier tipo de alimaña que se presenta a la hora de tomar mate: impide la asimilación de palos en la yerba, restos de pelusa que cayeron adentro del porongo (ideal para especímenes que habitan por la zona de Cordón, Palermo, Barrio Sur).
Gracias al bigote, el uruguayo protege su comedor de las excesivas cantidades de chimichurri, mayonesa o pesto que suele poner a sus presas para la ingesta.
En este ejemplar de la subespecie Néber Araujo, vemos claramente cómo su vello facial evolucionó para los peligros verbales de otros ejemplares de bigote uruguayo como este:
Subespecie mujequensis (detalle)
En esta escena de arriba vemos cómo un ejemplar de Gonzalo Moreira puede tener casi la misma similitud que un Mauricio Ubal
El bigote, en definitiva, es una de las grandes maravillas de la evolución uruguaya.
Cualquier uruguayo que se precia de tal tiene bigotes.
2· Ser morocho lampiño impecable de buena labia
A falta de bigote, estos compatriotas han sabido portar con orgullo otro fenotipo distintivo uruguayo: morochos de pura cepa, estoicos, impecables, caballeros de punta en blanco.
Ejemplar de Zitarrosa en plena faena dotado de gomina natural para detener pamperos y sudestadas
José Alvarez de Ron que al igual que la subespecie Zitarrosa, posee un intachable porte es acompañado por una gran labia a la hora de expresarse.
Carlos Gardel misma subfamilia que Zitarrosa.
3· Tener gambas de 5
El perfecto uruguayo es un 5 nato de piernas macizas y medio petiso retacón. Dos ejemplos claros son:
Obdulio Varela. En su tiempo libre, sus piernas trabajaban como columnas de UTE
Egidio Arévalo Ríos. Dicen que en esas piernas vive gente.
Bonus: gente que tiene cara de uruguayo pero no es uruguayo
Ron Jeremy. Falso chofer de 370.
Ned Flanders. Falso Ministro de Cultura o intendente de Montevideo.
François Hollande. Falso oficinista.
Joseph Stalin. Falso doble 5 de Basáñez.
Albert Einstein. Falso docente de Bellas Artes.
Jacinto, el de MasterChef Argentina. Falso profesor de Geografía (debe dos del IPA).
Alfredo de Cinema Paradiso. Falso mecánico.
El Chapo Guzmán. Falso técnico de baby.
Walter White 1ra temporada. Falso profesor de química.
Heisenberg. Falso portero de boliche en Ciudad Vieja.
Heisenberg fugitivo. Falso padre recién divorciado que pegó lentes cool a ver si vuelve a levantar algo.
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¿Se te ocurre algún otro falso uruguayo más?
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