Martín Vallcorba, coordinador del programa de inclusión financiera del Ministerio de Economía, dijo en No Toquen Nada que el Banco Central del Uruguay (BCU) emitirá circular para uniformizar los datos que se piden al momento de pagar con tarjeta de débito.
“No tiene sentido que pidan el teléfono, la dirección. Un comercio que no pide el PIN, ¿hoy qué debería hacer? Pedir la cédula, pero no el número porque eso no significa ningún control. Si voy con mi tarjeta y no me piden nada es un problema. Por eso estamos con el BCU por emitir una circular que dé garantías al tenedor de la tarjeta, porque ni siquiera tiene que ser el propietario de la tarjeta que la use, le puedo dar el PIN a mi hijo y que él lo haga. El PIN debería ser el único elemento de seguridad”, expresó.
Vallcorba aclaró que, salvo la clave de seguridad (PIN), no es necesario aportar ningún otro dato personal al momento de la compra con débito y reconoció que esto es una dificultad que tiene el usuario.
“Es un elemento central para extender el uso de la tarjeta de débito. Hoy el pago es más lento que pagar con efectivo porque el comercio tiene que ingresar una serie de datos. Lo razonable es que siempre se pida el PIN por temas de seguridad. Que sea obligatorio y único su uso con la tarjeta de débito y que no se necesite nada más”, sostuvo.
A un año de la vigencia de la ley de inclusión financiera, Vallcorba dijo que se cumplió con uno de los “dos grandes objetivos” de la iniciativa.
“El primero objetivo era transformar el sistema de pagos, hacerlo más eficiente, moderno y seguro. El otro era universalizar los derechos y permitir que toda la población pueda acceder en condiciones equitativas a los servicios financieros, atendiendo a situaciones que se dieron en el pasado y que todavía en la actualidad se dan. Hablamos de personas físicas de menores ingresos y las micro y pequeñas empresas que no pueden acceder a los servicios o cuando lo hacen es en malas condiciones. Las principales transformaciones se dieron en el primer objetivo. Fue muy importante, incluso a una velocidad mayor de la que podíamos esperar. En particular, el uso de las tarjetas de débito. Los datos preliminares de julio dicen que los montos se multiplicaron por cinco con respecto al mismo periodo del año pasado”, explicó.
El coordinador del programa de inclusión financiera dijo que en el uso de los medios de pago electrónicos, Uruguay estaba de mitad de tabla “muy para abajo” comparado con la región.
“Estaba muy rezagado y en general los estudios muestran que el uso de estos medios es creciente, con mayores niveles de desarrollo relativo y mayores niveles de formalización. Uruguay los tiene y debiera esperar un mayor desarrollo de estos instrumentos, pero la realidad no era así, estábamos en el fondo. Hoy nos estamos acercando, pero nos queda camino por recorrer”, expresó.
“Cuando la gente empieza a usar la tarjeta termina siendo más cómodo en las compras cotidianas y en eso también tiene que ver el aumento de los comercios que aceptan medios electrónicos. En 2011 había 13.000 POS (Point of Sale) y ahora estamos por encima de los 40.000. Tener más comercios que aceptan las tarjetas beneficia la medida”, agregó.