Respecto a la medición de abril -se realiza de forma bimestral-, el desempleo como preocupación principal de los uruguayos trepó del 12% al 33% de los encuestados y la inseguridad cayó del 57 al 40%.
Hay que ir hasta el año 2011 para encontrar niveles similares de menciones al desempleo como principal preocupación de los uruguayos.
Zuasnábar explicó que “es un movimiento muy fuerte que se da en un contexto muy particular”.
“Tal como lo analizaba Alfonso Capurro de CPA, durante 2014 y principios de 2015 los uruguayos habían estado un poquito alejados de sus preocupaciones de lo que eran algunos síntomas que ya estaba dando la economía real. En este bimestre hubo un shock de realidad, también gestionado políticamente. Hubo un gobierno que desde el inicio -pero con más énfasis desde abril y mayo- empezó a transmitir señales de que la cosa estaba complicada en la discusión presupuestal, entonces había que ser extremadamente cauto. También, hay un impacto político acá, es un baño de realidad no sólo alimentado por la realidad sino por actores muy creíbles para los uruguayos que transmitieron señales de cautela”, indicó.
En la comparación de las encuestas de mayo y junio, también hay otro movimiento muy significativo que es el de la caída de las menciones a la inseguridad, que pasan del 57% al 40%, visto por los encuestados como principal problema del país.
Para Zuasnabar, si se confirma la tendencia que muestra la última encuesta, se podría estar volviendo a un escenario de opinión publica parecido al que existió hasta el 2008.
“No cambia cualitativamente el orden de un quinquenio muy excepcional de la historia de las encuestas en Uruguay. Durante los 20 años previos a 2009, la preocupación principal siempre había sido el desempleo y en este quinquenio había cambiado por la inseguridad, como consecuencia de un doble fenómeno: por un lado, el incremento del delito y la consecuente preocupación por ello y, por otro lado, un contexto económico muy tranquilizador donde hemos llegado a niveles de desempleo de los más bajos de la historia del Uruguay”, señaló.
Añadió que “las prioridades cambian” y que entre abril y junio parece estar ocurriendo lo contrario a lo que venía sucediendo.
“Hay una caída fuerte de la percepción de inseguridad, que puede tener que ver con cuestiones vinculadas al delito pero que probablemente tenga que ver con un crecimiento de la preocupación por la economía que se ve en muchos otros indicadores en el informe”, explicó Zuasnábar.