"El gobierno ha decidido seguir con el plan iniciado el año pasado", informó el canciller Rodolfo Nin Novoa en conferencia de prensa, tras una reunión del gabinete.
"Es una inserción compleja, difícil, son dos culturas diferentes", dijo.
Nin sostuvo que el gobierno "apela a la solidaridad de los uruguayos para entender estos dramas y para ayudarlos en la contención" de las familias que llegan desde un territorio en guerra.
"Son familias muy pobres que con toda seguridad van a seguir siendo pobres, porque una familia que tiene 10 hijos de entre 14 y un año de edad no puede tener ningún miembro o integrante que trabaje salvo el padre, que en general es analfabeto", expresó el canciller.
"Nos congratulamos de que el gobierno haya decidido definitivamente llevar adelante esta tarea y ahora vamos a empezar con todos los aspectos de coordinación y utilización genuina o sensata de los recursos que tenemos para aprovecharlos de una mejor manera", agregó.
Además, el jerarca dijo que traer esas familias tiene el objetivo de "aliviar en un mínimo aspecto pero aliviar al final, haciendo una contribución fundamental, la vida de estas pobres personas que están sufriendo condiciones realmente indescriptibles".
"Ninguno de nosotros nos imaginamos lo que debe ser estar viviendo en esas condiciones", señaló.
"Me parece que es un motivo de satisfacción y orgullo" este gesto del gobierno, dijo Nin. "No debe primar el espíritu egoísta de algunos compatriotas que lamentablemente en las redes sociales están expresando a cada rato esos sentimientos que contradicen el espíritu nacional", afirmó.
La semana pasada el secretario de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, Javier Miranda, dijo que el gobierno estaba revisando, por razones presupuestarias, la llegada de siete familias sirias prevista a fin de año.
"Todo el programa (de recepción de los refugiados) está sujeto a revisión (...), es costoso y Uruguay está en fase de revisión presupuestal", dijo Miranda a la salida de una reunión en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes sobre el tema.
Uruguay recibió cinco familias sirias en octubre de 2014, de las 12 previstas. Las siete restantes debían llegar al país a comienzos de 2015, pero antes de que Tabaré Vázquez asumiera su mandato en marzo, se anunció un cambio en el cronograma y se pospuso la fecha de arribo para el último trimestre del año.
"Tenemos definido (...) insertar en medio rural" a las familias que llegarán al país, para que desarrollen "microemprendimientos", puedan "plantar una huerta", "tengan autoconsumo" y el "jefe de familia tenga un trabajo remunerado", explicó Nin Novoa.
El costo del programa será de 800.000 dólares por año durante tres años, señaló el canciller.
No hay fecha prevista para el arribo, añadió.