En la entrevista con Perfil, el periodista Carlos Gabetta le preguntó a Mujica por el Mercosur, los acuerdos comerciales regionales y su funcionamiento.
Mujica dijo que los países de la región seguimos metidos en “el proyecto nacional”. "En los países determinantes de América Latina, Brasil, Argentina, México, los dirigentes hablan y asumen un discurso integracionista, pero desde el punto de vista práctico, están metidos hasta las orejas en las contradicciones del Estado nacional. Hacia afuera, hacia los otros países de la región, se conducen según sus tensiones internas… Estamos lejos de tener una política de construcción. Hicimos un pacto aduanero para negociar, ¿tá?... pero en cuanto hay alguna contradicción interna ¡tá!, ya le ponen el tapón… Hace pocos días estuve en un acto del Partido de los Trabajadores brasilero, donde estaban nada menos que la presidenta Dilma Rousseff y Lula… Escuché atentamente todos los discursos, y en ningún momento hablaron de la integración. Y no lo hacen por maldad; son de lo mejor. Cada vez que tenemos un problema con Brasil, hablamos y negociamos y lo solucionamos, pero la política interna y los problemas de Brasil les imponen la agenda… Y entonces, ¿qué estamos haciendo? Creamos organismos, nuevas instituciones, Mercosur, Unasur", afirmó.
El presidente dijo que en "ninguna parte de América Latina hay una manifestación de masas peleando por la integración… eso apenas tiene un barniz de carácter intelectual".
"¿Sabés quiénes somos los más integracionistas? Los países chicos; por necesidad, porque vamos corriendo de atrás. La integración precisa un liderazgo, y ese liderazgo se llama Brasil, pero la Argentina tendría que acompañar, y no acompaña un carajo, más bien lo contrario, es como si la Argentina se hubiera retrotraído a una visión de 1960. En cuanto tiene el viento de cola, Argentina se olvida de la integración, cuando le van bien las cosas agarra para otro lado: También Brasil. Te voy a hacer una confesión: me dijo una vez la presidenta de Brasil: '¡Ay, Pepe, con Argentina hay que tener paciencia estratégica…!'. Brasil les ha bancado de todo a los argentinos, de todo… Pero no quiere perderlos como aliados. La Argentina termina siendo determinante en todo. Lo que haga o no haga la Argentina va a incidir en el rumbo que tome Brasil. Lula piensa igual… Y me vienen a buscar a mí para que me haga cargo de la lucha de integración. Lula dice: yo no puedo Pepe, no puedo porque soy brasilero (…) hay una fuerte burguesía paulista, que sin dirección política, coloniza en lugar de integrar. Hacen una inversión en Uruguay y compran algo que hicimos nosotros en lugar de fundar una cosa nueva. Ahora tenemos 40% de los frigoríficos en manos de brasileros. Van a la Argentina y hacen lo mismo. Eso, lo único que hace es desintegrarnos…", sostuvo
Mujica respondió que la integración regional es el gran "desafío por delante". "Si no creamos mecanismos que nos vayan integrando, que nos puedan dar una presencia internacional de peso, vamos a continuar como hojas sueltas en el viento. Es evidente que en el mundo se están organizando gigantescas unidades. China es un Estado plurinacional viejísimo; la India por el estilo. Estados Unidos con el poder y las necesidades que tiene, con Canadá detrás y México, ese bocado al alcance de la mano, ya está de hecho convertido en una unidad. Europa, con todos los problemas que atraviesa, sigue en el proyecto de conformar una gigantesca unidad. Y si mañana fracasa, acabará tragada por una unidad mayor".
Una justicia "acorde al presente"
Mujica dijo que Uruguay funciona con "un sistema jurídico acorde con el pasado, pero no con los cambios necesarios en el presente".
"Si tú en Uruguay le querés poner un impuesto a la tierra, a la concentración de la tierra, te lo terminan declarando inconstitucional. Como en todo el mundo y siempre en la historia, la juridisprudencia fue pensada e instalada por las clases dominantes, las capas conservadoras. Tenemos que lidiar con eso; no lo hemos transformado. Nosotros, hace rato que tendríamos que haber impulsado una reforma constitucional, porque si no cambias los instrumentos jurídicos, después te encontrás con esas contradicciones, con un freno formidable. La Justicia, esa señora que ponen con una venda en los ojos y una balanza en las manos… eso no existe, porque la Justicia refleja el peso de las clases que dominan en una sociedad. Los instrumentos jurídicos están sometidos a la historia, y la historia es una lucha de clases… Todo está pues influenciado por la política. Creo que no existe acto más político que una revolución, y todas las revoluciones han sido fundadoras de derecho, fuente de jurisprudencia. O sea que la o las clases que predominan son las que establecen las leyes. Eso es lo que necesitamos ahora, cambios democráticos, es decir aprobados por la mayoría, pero de fondo, que reflejen y al mismo tiempo permitan los cambios que necesita Uruguay en el presente", señaló.