De acuerdo al texto, es notoria la escasez de suministros médicos, necesarios para tratar a más de 6.200 heridos de guerra ubicados en hospitales de Donetsk y Luhansk.
Stephane Prevost, coordinadora general de MSF en Kiev destacó que muchos centros médicos "han agotado sus presupuestos y suministros para todo 2014".
Además de ver dificultado su acceso a atención de salud, los hospitales no están a salvo de los bombardeos. “La población se está viendo privada de la atención médica en el momento que más la necesita. Esto es inaceptable”, añadió Prevost en el comunicado.
Según el texto, por lo menos once hospitales de Donetsk fueron alcanzados por proyectiles y tres de ellos tuvieron que cerrar por completo debido a los daños recibidos.
“Entre la inseguridad, la falta de respeto hacia los hospitales y el gran número de heridos y desplazados, el coste humano de este conflicto crece cada día que pasa”, indicó Prevost, quien finalizó diciendo: "en Ucrania, nuestros equipos se centran solamente en responder a las necesidades médicas y humanitarias. En cuanto empiece a llegar el frío, nos tememos que estas se intensificarán todavía más”.